De enero a la fecha, Doña Margarita Chuch Can pagaría más de 14 mil pesos de luz a la Comisión Federal de Electricidad por el consumo en una pequeña vivienda del municipio de Dzemul en donde solo hay un ventilador que casi no funciona, una tele y dos focos.
El colmo de los abusos de la paraestatal se estaría cometiendo en contra de una humilde familia conformada por la vecina de Dzemul que padece discapacidad motriz, su hija que también tiene una discapacidad y su pequeña nieta de tres años de edad y todo porque no se pueden defender.
Resulta que desde enero la CFE vio que podía sacar su provecho de la humilde familia y le facturó 3 mil 644 pesos por consumo de energía eléctrica, cantidad que a duras penas pagó la señora quien es viuda, trabajando en lo que sea y utilizando el apoyo económico que recibe por su discapacidad, ya que según pudo explicar, fue a reclamar el alto cobro a las oficinas de la CFE en Motul pero solo recibió regaños y burlas.
En marzo, de nueva cuenta la paraestatal le facturó una elevada cantidad a la familia, por un monto total de 4 mil 638 pesos, casi mil pesos más, lo que de nueva cuenta tuvo que pagar la afligida abuela invirtiendo hasta el apoyo gubernamental que recibe por su discapacidad.
En esta ocasión la familia estaba al borde de un ataque cardiaco al ver que en su recibo de luz le pretenden cobrar 5 mil 901 pesos, por lo que desesperada la señora salía día y noche a trabajar y a buscar ayuda sin encontrarla.
“Iba rumbo al trabajo, comenta Doña Geni Xix, cuando vi que Doña Margarita lloraba en la calle y se sofocaba, temiendo lo peor me acerque a auxiliarla y en verdad estaba muy mal, yo sabía que debía tomar medicamentos porque padece de la presión y de los nervios y busqué que darle, afortunadamente reaccionó y después de que se recuperó me di cuenta que apretaba un papel, le pregunté qué pasaba y me mostró su recibo de luz, al mismo tiempo que me decía que ya no sabía más que hacer” Relata Doña Geni, un alma samaritana que se cruzó en el camino de la señora.
En breve entrevista a las puertas de la PROFECO hasta donde llevó a Doña Margarita a interponer su queja, Doña Geni dice que al llevar a la señora a su casa vio cómo su nieta de tres años de edad, lloraba porque decía que les iban a quitar la luz y que su abuelita se iba a morir, lo cual terminó de romperle el corazón y decidió hacer a un lado sus problemas y pendientes y apoyar a la humilde familia.
Con el respaldo de su hijo y su marido, Doña Geni le propuso a Doña Margarita ir a la PROFECO a poner una denuncia por el alto cobro del que estaba siendo víctima, la señora aceptó y hoy, desde temprano viajaron a la ciudad de Mérida en donde ayudó a Doña Margarita a explicarse y poner su denuncia.
Luego de tomar su pastilla para los nervios, la afligida abuela se formó en la fila de personas que acudieron a las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor con la esperanza de que en esta ocasión le reconozcan que no ha consumido tal cantidad de energía eléctrica y el sueño de que le devuelvan parte de lo que le han cobrado de manera abusiva.