Mañana 14 de octubre, se podrá presenciar un raro fenómeno astronómico: el eclipse solar anular, durante el cual la luna se interpondrá frente al sol, creando un «aro de fuego». A pesar de su fascinación, expertos en salud visual están emitiendo advertencias para proteger la vista durante el evento.
El eclipse solar anular tendrá una duración aproximada de cuatro minutos y 15 segundos. Aunque se oscurecerá un 90.4% en algunas áreas, la precaución es esencial. Comenzará como un eclipse parcial a las 9:45 de la mañana y finalizará a las 13:08 horas. La fase del eclipse anular en la que se forma el «aro de fuego» comenzará a las 11:22 horas, alcanzará su punto máximo a las 11:24 y finalizará a las 11:26.
El Dr. David Lozano, experto en salud visual, destaca que, aunque la oscuridad de los eclipses puede ser tentadora, es peligroso mirar directamente al sol. Incluso durante un eclipse, la luz solar contiene la misma cantidad de rayos ultravioleta e infrarrojos que pueden dañar la retina. Una breve exposición a estos rayos podría causar daños irreversibles.
El Dr. Lozano explica que nuestros ojos funcionan como lentes y fijar la vista en el sol, incluso por un corto período, puede quemar la mácula, lo que resultaría en una pérdida de visión central. Esta capacidad es esencial para distinguir detalles finos, como rostros o texto.
Por lo tanto, se recomienda encarecidamente usar gafas especiales para proteger los ojos durante el eclipse. No se deben utilizar métodos caseros, como vidrio ahumado o papel carbón raspado, ya que no proporcionarán la protección necesaria.
La Dra. Irene Ancona Durán, especialista en oftalmología, destaca que es importante concluir la observación si se comienza a percibir una mancha central o distorsión en la visión central. Si estos síntomas persisten durante 24 a 48 horas, es fundamental buscar atención oftalmológica, ya que la ceguera permanente podría desarrollarse en personas que observan directamente el sol sin protección.
Durante un eclipse, se pueden observar cambios en la actividad de las mareas, los peces y algunos animales terrestres. Hay animales que responden a la oscuridad del eclipse como si fuera de noche, incluso se puede ver el cambio de rutina en algunos animales.
En el caso de los gallos, cantan como si fuera el amanecer. En los pájaros se han observado movimientos como si fuera la hora de acostarse. Hay animales como los murciélagos, que salen a volar, o insectos que comienzan a emitir sus sonidos propios del anochecer.
Para proteger la vista al ver el eclipse, se recomienda usar anteojos especiales, los cuales pueden ser adquiridos en algunas ópticas y lugares especializados. No es recomendable ver el eclipse con anteojos que no tengan especificaciones especiales, ya que se puede dañar la vista permanentemente.
La iluminación pública con fotocélulas también se puede ver afectada, ya que la falta de luz solar puede desencadenar una señal de encendido de la iluminación. Hay ciertos efectos en los sistemas eléctricos, como cortes de energía, transformadores sobrecargados y fallas en el sistema de la red.
Los conductores de vehículos deben tener cuidado al momento del eclipse, ya que se puede confundir la luz natural del día con la oscuridad que el eclipse produce. Es importante seguir las normas de manejo con las luces del vehículo encendidas, reducir la velocidad y mantener el control del vehículo al máximo.