Qué AirBnb haya perdido todo en seis semanas por la pandemia del nuevo coronavirus, no quiere decir que el turismo y el propio capitalismo vayan a desaparecer de la faz de la Tierra, pese a que el CEO Brian Chesky hizo declaraciones muy pesimistas y que la firma ya no saldrá a la Bolsa.
Hablamos con el coordinador de Posgrados de Investigación de la Facultad de Economía de la Uady, Felipe Alonso Solís, opinó que la empresa no está en la quiebra, pero por el Covid-19 cambió su realidad como muchos negocios, al igual que el consumo de la gente.
“AirBnb es una de esas plataformas que vino para quedarse. Nació como una de las nuevas maneras de hacer economía, que se le conoce como economía colaborativa. Tras el confinamiento, las personas van a usar mucho más estás plataformas, por su puesto ahora AirBnb tiene problemas”, señaló.
Aunque Chesky señaló que “el turismo tal y como lo conocíamos se ha acabado”, el catedrático aseguró que el mundo actual implica el movimiento de la gente y quienes viajen por placer o trabajo van a preferir la renta de una casa o departamento AirBnb.
Eso sí, todo dependerá de los cambios y la evolución de la pandemia. Pero, la empresa al formar parte de la economía colaborativa tendrá siempre un nicho.
De acuerdo con “Forbes México”, las entidades con mayor actividad en la plataforma eran la Ciudad de México, Jalisco, Quintana Roo y Baja California.
Durante 2018, la firma calculó que se generó una derrama económica de 2,700 millones de dólares (mdd) a partir de la actividad de sus reservas.
En el caso de Yucatán, Alonso Solís sugirió que el Estado tendrá que apostar por un turismo regional, viajes a distancias cortas o estados vecinos, y de trabajo.
“Una de las cosas que cambiará la pandemia son los hábitos de consumo de la gente, que dependerá de la evolución de la pandemia y de la reinvención del humano”, concluyó.