En el 2023, las familias de bajos recursos en México podrían destinar hasta el 30 por ciento de su salario mensual, lo que equivale a cerca de dos mil pesos, para la elaboración de las tradicionales ofrendas de Día de Muertos. Esta celebración, que tiene lugar el 1 y 2 de noviembre, conlleva un incremento en los costos año tras año, según Luis Fernando González Martínez, académico de la Facultad de Economía de la UNAM.
Las estadísticas revelan un aumento del 80 por ciento en la inversión realizada por los habitantes de la Ciudad de México en la elaboración de ofrendas desde 2015 hasta 2022. En 2015, se destinaban aproximadamente 935 pesos en promedio, mientras que en 2022, según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDESO), la cifra se elevó a mil 680 pesos.
Uno de los rituales más importantes en esta festividad, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, es la creación de un altar en los hogares, adornado con flores de diversos tipos, veladoras, sal, agua, copal, sahumerios (para quemar incienso), pan de muerto, frutas y otros elementos que eran del agrado de los difuntos.
Los costos de los ingredientes han ido en aumento, y se han convertido en un factor a tener en cuenta. Por ejemplo, el sahumerio, un elemento esencial, ha experimentado un aumento del 330 por ciento en su precio promedio, llegando a costar alrededor de 120 pesos. El copal, otro componente tradicional, ha visto un incremento del 141 por ciento desde 2016.
Otros elementos, como la sal de mesa y las flores, también han experimentado alzas de hasta el 82 por ciento en sus precios. Incluso el pan de muerto, debido a factores externos como conflictos internacionales, ha aumentado de precio.
A pesar de que individualmente estos incrementos pueden parecer pequeños, al sumar todos los elementos, la inversión en la ofrenda se ha incrementado significativamente.
El aumento en el cultivo de flores como el cempasúchil y la mandarina para la ofrenda refleja la importancia cultural de esta tradición en México. La inversión promedio en la ofrenda en la Ciudad de México representa aproximadamente el 36 por ciento del salario promedio.
El gasto en la ofrenda puede variar según qué tan arraigada esté esta tradición en la cultura de la familia y la región donde se celebre.