Es primordial reforzar hábitos alimenticios y de sueño correctos en los menores, para regresar en forma gradual a la rutina y no afecte en su estado de ánimo y rendimiento
Ante el próximo inicio del ciclo escolar, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán recomienda a los padres de familia o personas encargadas del cuidado de niñas, niños y/o adolescentes, reforzar los correctos hábitos alimenticios y de sueño, para que de forma gradual regresen a la rutina y esto no afecte en su estado de ánimo y rendimiento en las actividades que desempeñen.
La coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del IMSS Yucatán, doctora Flor Rodríguez Melo, señaló que establecer rutinas es muy importante para brindar seguridad y tranquilidad en el ambiente de las y los niños, por lo que aunque se encuentren de vacaciones, es recomendable mantener en la medida de lo posible los hábitos saludables de alimentación, sueño y actividades físicas.
Dijo que en el caso de la alimentación, siempre se recomienda un desayuno balanceado para que comiencen el día con energía, al reactivar las funciones cerebrales. De igual forma, ayuda a evitar ansiedad e irritabilidad, así como fomentar que desarrollen una actitud más positiva y mejor rendimiento escolar.
Indicó que es importante que las opciones de desayunos incluyan alimentos de origen animal, vegetal y cereales, incluidos en el Plato del Bien Comer. Evitar enviarles productos industrializados como parte del lunch o almuerzo en la escuela y fomentar el consumo de alimentos saludables; así como consumir agua natural o de frutas sin azúcar añadida.
La especialista del Seguro Social resaltó que la actividad física debe realizarse todos los días, pueden practicar ejercicios de estiramientos, brincar la cuerda, jugar con la pelota en el patio o jardín, así como bailar, entre otras opciones.
En el caso de la higiene del sueño, comentó, las horas requeridas para tener un descanso reparador dependen de la edad del menor, mismo que va a ser un factor importante en su desarrollo y sano crecimiento.
En los primeros años de vida, las y los niños deben dormir un promedio de 10 horas, más alguna siesta durante el día. De los cinco a los 10 años de edad, el sueño alcanza un grado de madurez suficiente como para dormir de ocho a 10 horas. A partir de la adolescencia, el promedio adecuado será de siete a ocho horas.
La doctora Rodríguez Melo expuso que el tiempo de sueño puede variar, es importante tomar en cuenta que para lograr que los menores tengan un buen descanso se debe seguir una rutina para que las acciones sean previsibles para ellos, esto puede ser: tomar una cena ligera, bañarse, ponerse el pijama, lavarse los dientes, ir al baño si ya inició el control de esfínteres; así se proporcionará al niño una sensación de seguridad.
Evitar las distracciones en la habitación antes de llevarlos a dormir, ya que el ruido y la luz dificultan el sueño. No dejar que el menor vea televisión o utilice aparatos electrónicos por lo menos una hora antes de ir a la cama.
Finalmente, la especialista del IMSS Yucatán exhortó a continuar con todas las medidas de higiene y distancia para prevenir contagios de enfermedades infecciosas, entre ellas COVID-19, como uso correcto del cubrebocas, higiene de manos constante, mantener distancia de al menos 1.5 metros entre personas, ventilar espacios cerrados, aplicar el estornudo o tosido de etiqueta, es decir cubrir nariz y boca con el antebrazo; así como completar esquemas de vacunación según corresponda.