La llegada de la cuesta de enero ha golpeado fuertemente el bolsillo de los yucatecos, quienes han visto cómo los precios de productos básicos se disparan de manera significativa en apenas la primera quincena del año. Entre los más afectados se encuentran la cebolla y el jitomate, cuyos costos han experimentado aumentos notables.
En los supermercados de la entidad, el kilogramo de cebolla ha pasado de un promedio de $40 pesos a superar la barrera de los $80 pesos. Este aumento, que representa más del doble de su precio anterior, ha generado preocupación entre los consumidores, quienes se ven obligados a ajustar sus gastos para hacer frente a esta situación.
El jitomate, otro producto esencial en la dieta de los yucatecos, también ha sufrido incrementos considerables. De venderse a $28 pesos por kilo, ahora alcanza precios que superan los $45 pesos. Los comerciantes del mercado Lucas de Gálvez afirman que este incremento es uno de los más notorios y afecta directamente a los consumidores, quienes se ven forzados a comprar a precios elevados.
En un recorrido realizado por Noticias Contrapunto, se constató que la mayoría de los ingredientes de la canasta básica han experimentado aumentos de entre cinco y ocho pesos. El jitomate, en particular, ha sido el más afectado, generando preocupación entre los ciudadanos, ya que es un ingrediente esencial en la cocina diaria.
A pesar de las afirmaciones de la cúpula empresarial de Yucatán de que la «cuesta de enero» sería menos dura para las familias yucatecas, los pequeños comerciantes han emitido una voz de alarma debido a los incrementos importantes en productos básicos. María Trinidad Guerrero Jiménez, presidenta de la delegación local de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), señaló que los incrementos van desde un 10 hasta un 25 por ciento en algunos casos.
La inflación en Mérida, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alcanzó un 6.23 por ciento a tasa anual en diciembre pasado, rompiendo con nueve meses consecutivos de desaceleración del índice inflacionario en la capital yucateca. Esta situación posiciona a Mérida como la segunda ciudad más cara del país.
Ante esta situación, los pequeños comerciantes se ven obligados a etiquetar sus productos y elevar los precios, afectando el comportamiento de compra de los consumidores. La presidenta de Canacope advirtió que esta situación impactará negativamente en el bolsillo de las personas con menores ingresos, generando preocupación en la economía local. La incertidumbre se cierne sobre los consumidores y los comercios locales, quienes tendrán que adaptarse a esta nueva realidad económica.