
La instalación de los polos del desarrollo para el Bienestar en Yucatán representará retos en movilidad, vivienda, energía, agua, educación y servicios públicos, comentó Alfonso González Fernández, coordinador de Sinergia en Acción.
No se tiene que pensar como el polígono que se desarrollará, sino algo integral que se diseñe para el bienestar de quienes laborarán en esos polígonos, comentó.
En el concepto de sustentabilidad se tiene que acercar los lugares de trabajo para que sean las distancias cortas a las que se recurran, consideró.
“El Polo del Desarrollo es un polígono que necesitará infraestructura. Y los que van a trabajar allá, ¿Dónde van a vivir? ¿Dónde van a estudiar sus hijos? ¿Cómo van a llegar? ¿Cómo se van a mover?
“¿Tenemos energía, agua, recoja de basura, Servicios, abastecimiento, mercados? No. Se tiene que pensar, no solo como el polígono que se desarrollará si no integral que se diseñe, porque no puede ser que alguien que trabaje ahí tome su camión en la colonia Melitón Salazar, pasar por dónde sea y embarcarse a la zona donde tenga que ser. Se tardará todo un día y no se trata de eso”, consideró.
Para satisfacer las necesidades, desde una visión sustentable, será necesario convocar a todos los especialistas y digan donde debe construirse esas nuevas localidades Sustentables y dejar la “Mérida romántica para potencializarla, darle recursos y seguir explotando la Mérida que nos enamora y la nueva Mérida habrá que construirla, donde nos digan los espacialistas”.
En la actualidad, señaló, Mérida es una zona conurbada que debe atenderse como tal y no sobrepresionar, “pues ya tiene presiones enormes de vivienda, movilidad”, recordó.
“Tenemos que diversificar según la región del Estado lo que se debe estar haciendo. No puede ser que una persona de Tekax o que viva en Celestún tengan que venir a Mérida hacer un trámite”, comentó
“El asunto de la sustenbilidad tiene con mantener un equilibrio, gozar de los recursos y garantizarlos para los que vienen atrás, ponerlos en equidad de condiciones”, opinó.
Y en caso de no existir tierras para ello, el ingeniero propuso la creación de nuevas reservas “para aprovecharse y no agandallarse o derecho de canto de los carteles inmobiliarios y no puede desarrollarse viviendas económicas”.