La virtualidad ayudó mucho en la enseñanza de la medicina, pero se necesita regresar a los escenarios reales de aprendizaje, comentó
El 15 de diciembre de 2017, el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) nombró al doctor Carlos Castro Sansores director de la Facultad de Medicina para el periodo del 21 de enero de 2018 al 20 de enero de 2022.
“Dos cosas son las que sentí: una enorme responsabilidad y gran satisfacción de servir bien a la que es mi alma máter, mi segunda casa”, comentó el entrevistado.
Desde entonces, el médico internista estuvo en el foco de los medios. Pues en sus hombros lleva el prestigio de una escuela que en próximos días cumplirá su aniversario 187.
Carlos, de 62 años, es hijo del matrimonio formado por el comerciante Carlos Castro González y Esther Sansores López (ama de casa) y hermano de la abogada Beatriz.
Actualmente, el galeno está casado con María de Luz Vivas Rosel y padre de Carlos, Daniel y Gerardo.
Desde niño era un aficionado del fútbol, deporte que dejó cuando empezó a estudiar medicina. Sin embargo, sus más grandes pasiones han sido la medicina, la música y la literatura.
“Desde que tengo uso de razón, sólo dos cosas pude haber sido en esta vida. La primera: médico, siempre pensé en serlo. De no serlo, hubiera sido músico”, dijo.
El entrevistado confesó su admiración por la música académica, en especial por Antonio Vivaldi y por el cantautor Armando Manzanero.
En las letras recomendó leer al poeta Mario Benedetti y a Carlos Fuentes.
En el ámbito académico, en 1993 Castro Sansores comenzó a impartir la materia de Metodología de la Investigación en la carrera de Médico Cirujano y en 2006 se integró por completo a la Facultad, recordó que su antecesor, el doctor Guillermo Storey Montalvo, le deseó mucha suerte en su cargo.
Pero nunca se imaginó que sus alumnos y la máxima Casa de Estudios enfrentarían el reto de una nueva pandemia.
“Ni en la peor de mis pesadillas me hubiera imaginado esto. Yo creo que la vida me pone en circunstancias como estas, pero trato de ver los obstáculos como reto”, mencionó.
El nuevo coronavirus vino a cambiar los paradigmas en la educación y en la enseñanza de la medicina.
“Definitivamente hay carreras que las puedes dar 100 por ciento en línea y es lo mismo que si la tomarás de manera presencial. No es el caso de la medicina. Porque trabajamos con seres vivos, con las personas. Si no tenemos contacto con nuestro paciente, está incompleta nuestra formación. Necesitamos estar en escenarios reales de aprendizaje”, añadió.
La virtualidad, reconoció, ayuda mucho, pero no son suficientes. “Necesitamos los espacios clínicos. Las autoridades de salud ya trabajan en ello”.