El director de la zona arqueológica señaló que el INAH no está en contra de nadie y solo buscan el diálogo
El director de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, dio a conocer que a los tres días que ha durado la protesta de los ejidatarios, artesanos, vendedores ambulantes y guías han dejado de ingresar al sitio unos 21 mil turistas, ya que los manifestantes les niegan el ingreso por la principal carretera Mérida-Valladolid.
El funcionario federal señaló que el conflicto con los guías de turistas y artesanos está en qué intentó poner orden a un añejo problema.
«Cuando llego a Chichén Itzá había 150 guías. De pronto empiezan a proliferar muchos guías piratas, que afuera ofrecen sus servicios a los visitantes. Eso lo hemos denunciado ante las autoridades federales y estatales, no nada más de esta administración sino la anterior», señaló.
Los guías piratas, quienes consiguen una certificación en escuelas de Quintana Roo sin acudir a una clase, recurren a varias prácticas que ha molestado a los visitantes, afirmó el arqueólogo.
Además, en la Riviera Maya, los operadores de tours venden recorridos en el que obligan a los turistas a visitar cenotes, comer en restaurantes y comprar en tiendas que los turistas no quieren, para hacer una estancia de una hora en Chichén Itzá, cuya explicación del guía dura unos 20 minutos.
«Ese es el turismo que está llegando a Chichén. Los visitantes se enojan por eso, porque van a ver el sitio, no a comer», aseveró.
También se opuso al trabajo infantil, pues vio a niños y niñas trabajando al interior y en el exterior de la zona arqueológica. «Si me voy, me voy bien corrido. Porque no voy a permitir que los niños estén trabajando, cuando deben estar en la escuela», dijo.
Asimismo, aseguró que le puso un alto a los guías de turistas que, indentificados con un chaleco y una gorra, detenían a los visitantes en la carretera Mérida-Valladolid y en la antigua caseta de Nueva X-Can para venderles sus paquetes.
Precisó que no quieren desalojar a nadie, sino ofrecerles un espacio digno para que puedan realizar su trabajo. «Aquí no hay nada por la fuerza, todo es mediante el diálogo. Esa es la instrucción del presidente (Andrés Manuel López Obrador)… Aquí no se trata de dejar a nadie sin sustento, sino darles la mejor oportunidad. El INAH no está en contra de nadie. Estamos a favor de que se les dé un espacio digno».
Al comisario ejidal de Pisté, Armando Dzul Pech, lo responsabilizó de engañar al pueblo como en su momento lo hizo Evelio Mis Tun, anterior comisario ejidal, quien se caracterizó por bloquear que los programas lleguen a la comunidad. «Porque el peor enemigo de un maya es otro maya».
«Este personaje (Dzul Pech) se acerca conmigo para exigirme un espacio en la zona de monumentos para instalar un estacionamiento y él cobre. Eso no lo vamos a permitir, se le dio opciones porque tenemos que proteger monumentos que ahí existen», explicó.
Finalmente, Santos Ramírez mencionó que “el INAH enfrenta solo este conflicto, ya que el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del Estado de Yucatán (Cultur) así como la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) se niegan a intervenir, «a pesar que el primera es el encargada del Parador Turístico y la segundo es la dependencia que regula a los guías de turistas».