Los precios del cilantro, rábano y otras hortalizas aumentaron de precios porque las cosechas del interior del Estado se perdieron por las lluvias de junio, comentó la directora de la Central de Abasto de Mérida, Nora Pérez Pech.
La paramunicipal no puede regular el precio de los productos, ya que su función es mantener el control del ingreso y salida de los vehículos, así como las cargas y descargas de las frutas y verduras.
“A la Secretaría de Economía, del gobierno federal, le corresponde el control de precios mediante un avalúo o la previsión de los mismos”, explicó.
Sobre la carestía del cilantro y el rábano, Nora Pérez reiteró que las lluvias de junio favorecieron a que se perdieran las cosechas de cilantro, rábano y otros tubérculos.
“Eso elevó los precios, pero creó una balanza que favoreció los precios por de bajo de los 15 pesos el kilo del limón, la naranja agria y a la lima. Esos precios no lo veíamos desde la pandemia, cuando se fueron por los cielos”, dijo.
Otras frutas cuyos precios se estabilizaron por las precipitaciones fueron la papaya y la piña. “Las lluvias, además no solo perjudicaron al sur de México, sino también al Centro de México. Además, de otros productos que esperábamos para septiembre se adelantaron”, señaló.