Aunque el uno de octubre entrará en vigor el nuevo etiquetado frontal que advierte del exceso de azúcares, grasas y sal de los productos, algunas marcas comenzaron a aplicarlo como parte de la lucha para prevenir enfermedades silenciosas.
El nuevo etiquetado frontal advierte «exceso de» en alimentos y bebidas que sobrepasan los umbrales de azúcares, grasas o sodio añadidos recomendados por la Organización Panamericana de la Salud.
Los Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública elaboraron un modelo del impacto del etiquetado frontal de advertencia en las tasas de obesidad y sus costos en 5 años, cuyos resultados se publicaron en la revista PLOS Medicine en julio pasado.
Según el estudio, que es el primero en proyectar el impacto potencial del nuevo etiquetado frontal de advertencia, en el país se prevendrían 1.3 de nuevos casos de obesidad y se ahorraría 1.8 mil millones de dólares en costos de atención médica en cinco años.
En opinión de la Nutricionista Rocío Wabi ojalá que con la información que ofrezca el nuevo etiquetado frontal en alimentos y bebidas las personas tomen mejores decisiones para mejorar su alimentación.
Las etiquetas anteriores tenían información detalla de su contenido nutricional, pero era poco entendible. Se espera que ahora con la etiqueta frontal las personas tomen conciencia y eviten consumir productos nocivos para su salud, dijo.
Para que las personas se comiencen a educar en el consumo de productos que mejoren su salud deben acercarse a los nutriólogos para que reciban asesoría del nuevo etiquetado frontal para mejorar su alimentación.