Propician diálogo sobre preservación de técnicas ancestrales que respeten los entornos
Las diseñadoras y artesanas Alicia Gamboa de B&G Atelier, Rosa María Garduza de Caravana Joyas y Kika Rodríguez de Art Coture resaltaron el papel de realizar obras que dignifiquen el trabajo de las y los creadores locales además de ser piezas que sean amigables con el medio ambiente.
En el marco de la exposición temporal “Transposición, el arte popular reinterpretado” organizada por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), se llevó a cabo la mesa de diálogo “Artesanos y diseñadores: Aportaciones mutuas” como parte de la encomienda del Gobernador Mauricio Vila Dosal de visibilizar la labor de las y los artesanos locales.
Como parte de la actividad las panelistas hablaron sobre los procesos creativos, el comercio justo la dignificación y rescate de los oficios, el uso de técnicas ancestrales con diseños contemporáneos que permitan mantener vivos los procesos a través de las generaciones y los beneficios del denominado “slow fashion” o moda no masiva para mantener la estabilidad de las materias primas, con la finalidad de generar conciencia ante las consecuencias de la producción.
Rosa María Garduza, con 20 años de experiencia en el ámbito y que trabaja a la par con el maestro artesano José Ambrosio Tzuc, comentó sentirse muy cómoda con el concepto del binomio de artesana y diseñadora porque dentro del proceso de creación, se plantea una investigación que se acompaña de información, pero también de la preservación de técnicas ancestrales con las manos, con herramientas básicas, para evitar el uso de las máquinas y motores.
El resultado son piezas que se caracterizan por una estética deliberada por lo crudo, lo burdo y lo potente que brindan los metales y por la apertura para involucrar en los procesos de fabricación de sus joyas las imperfecciones y accidentes.
Kika Rodríguez, procedente de una familia tradicional de bordadoras y modistas de Campeche, mencionó que para llegar a ser una diseñadora empezó con un proceso artesanal, creando sobre las bases más rústicas de la costura, aprendiendo de mucha gente principalmente de gente cercana, “Yo no puedo dejar de llamarme artesana, pues todos los días trabajo con las manos, todos los días creo y resuelvo sobre los materiales que tengo”.
Actualmente, emplea técnicas con diversas especializaciones definiendo un estilo propio femenino-contemporáneo en el que integra proyectos de colaboración con artesanos de la península de Yucatán, que la ha llevado a tener presencia en países como Colombia, Bolivia, República Dominicana e Italia además de ser referente de la moda en el Sureste Mexicano.
Por su parte Alicia Gamboa, cuyo proyecto artesanal, junto con Franz Bieri, está inspirado en los pequeños ateliers europeos, detalló que “el oficio de zapatera fue un plan de vida. Dejé a los 50 años todo lo que tenía antes, me volví artesana y eso se convirtió en el sueño de mi vida. En el momento de estar haciendo el trabajo no dejas de crear, porque hago zapatos, luego diseño una bolsa, ahora mi nuevo proyecto son pulseras; es decir crear, diseñar y hacer van de la mano”, enfatizó.
Su propuesta implica el contacto directo del artesano con el consumidor final y en su taller crean series limitadas y piezas únicas inspiradas en técnicas antiguas con materiales cien por ciento mexicanos mezclando los elementos ya mencionados con la creatividad e innovación, para resaltar un oficio centenario.
Las personas interesadas en visitar la exposición, conformada con diseños textiles inspirados en colores y formas del arte mexicano de las décadas de los 60 y 70 podrá hacerlo de manera gratuita en la sala “Addy Rosa Cuaik” de martes a sábado, entre las 10:00 y 17:00 horas, o los domingos, de 10:00 a 15:00; la entrada es libre. El Museo de Arte Popular de Yucatán (Mapy) se ubica en la calle 50-A número 487 entre 57 y 59, del barrio de La Mejorada, en el Centro Histórico de Mérida.