La sal es indispensable para la vida, pero también puede ser nefasta para la salud si se consume en exceso. El cuerpo necesita pequeñas cantidades de sal para que funcione de forma adecuada, por eso, es vital controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el PH de la sangre.
La sal es fundamental para resaltar y potencializar de forma natural el sabor de los alimentos, porque actúa como aglutinante de otros ingredientes en procesos alimentarios. Funciona como sustancia que controla los procesos de fermentación de determinados alimentos.
Sin embargo, el consumo excesivo de sal puede aumentar demasiado la tensión arterial puede contribuir a ocasionar infartos al corazón o cerebrales e insuficiencia cardiaca. También, puede dañar los riñones, venas y arterias., de hecho, las personas que padecen de hipertensión arterial son más susceptibles a sufrir complicaciones en caso enfermarse de Covid-19.
Para evitar riesgos a la salud el Nutriólogo Julio César Bobadilla compartió algunas recomendaciones para disminuir su consumo:
Añadir la menor cantidad de sal en las comidas, no hay diferencia en el sabor. Retirar el salero de la mesa para evitar añadir extra al momento de comer. Sustituir la sal con el uso de hierbas de olor y especias, condimentos naturales, cebolla, ajo, pimienta, ajonjolí o chiles.
Se debe limitar el uso de aderezos comerciales. Evitar los alimentos enlatados, embutidos, deshidratados y las comidas preelaboradas. Utilizar ingredientes en versiones bajas en sodio.
Disminuir los alimentos salados para su conservación como el bacalao, las aceitunas, la machaca y la cecina. Al añadir algún alimento salado como queso parmesano, nueces o aceitunas se debe hacer en cantidades moderadas.
Tener una alimentación balanceada y evitar excesos en ingredientes ayudará a prevenir problemas de salud y variaciones en el peso corporal.