Los probióticos son bacterias vivas y levaduras que residen en el cuerpo, son buenas para la salud, especialmente para el sistema digestivo, dijo la Nutrióloga Marien Garza.
Aunque la palabra bacteria se asocia a enfermedades, en este caso, los probióticos son bacterias con efectos positivos en el cuerpo.
Los géneros de bacterias más utilizados son los Lactobacilos y las Bifidobacterias. Los probióticos se encuentran en lácteos como el yogurt y los búlgaros, kombucha, kéfir y alimentos fermentados.
Algunos de los beneficios asociados a su consumo habitual son: reducir la sintomatología de la intolerancia a la lactosa, mejorar y reforzar el sistema inmunológico, disminuir la producción de enzimas fecales que pueden ser cancerígenas; y con menor evidencia científica reducen el colesterol en la sangre, dijo la especialista.
También, se estudia la relación de los probióticos con la reducción de riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, obesidad y sobrepeso o Alzheimer.
En tanto, que el prebiótico es el alimento de los probióticos, es decir, lo que el microorganismo requiere para promover el crecimiento, desarrollo y formación de las bacterias buenas en el intestino. Hasta ahora, los prebióticos, con evidencia científica, se pueden clasificar como alimentos funcionales como los fructanos (conocida como inulina) y los fructooligosacáridos sintéticos.
Hay alimentos enriquecidos con prebióticos como el plátano, la alcachofa, la achicoria, la cebolla, el ajo, las leguminosas como soya y frijol que se deben consumir.
A los probióticos y prebióticos hay que incluirlos en la dieta diaria, porque benefician la salud intestinal, inmunológica, incluso, emocional.