No se trata de llenar los seminarios sólo por llenarlos, afirmó el rector del Seminario Menor de Yucatán, presbítero Luis Alfonso Rebolledo Alcocer
Mérida, Yucatán, a 08 de mayo de 2023.– Existe una crisis de vocacional en países tradicionalmente católicos, incluidos los de América Latina. Hay que pedirle a Dios, que los jóvenes puedan escuchar el llamado o están distraídos en tantas cosas que no las están escuchando, aseguró el rector del Seminario Menor de Yucatán, presbítero Luis Alfonso Rebolledo Alcocer.
Hay varios motivos de esta crisis vocacional en las nuevas generaciones como una oferta muy grande de estudios, viajes, becas, que antes no había. Sin embargo, precisó: «No se puede despertar a la sensibilidad, a una posible llamada de Dios, si hay carencia espiritual. Mientras más ruido y más distraídos estén nuestros jóvenes, más difícil que sean sensibles a la voz del Señor».
El presbítero mencionó que los escándalos en los que se han envuelto algunos clérigos ha impactado en la juventud. «Tiene que ver, hay que decirlo con toda sinceridad, por las malas noticias de algunos sacerdotes que de alguna manera han calado en la conciencia de las nuevas generaciones», reconoció.
Pese a la situación actual que se vive, dejó en claro que no se trata de llenar los seminarios sólo por llenarlos. «Es una selección bastante concienzuda y seria de los posibles candidatos a ingresar», comentó.
Por otra parte, añadió, en la Iglesia Católica se deja que todo dependa del padrecito. «Es hora que los seglares, los laicos se vayan poniendo las pilas y asuman un rol más protagónico en la Iglesia, y no olvidarnos de los niños, adolescentes y jóvenes, si descuidamos la formación de los niños, adolescentes y jóvenes de nuestras comunidades, nos conformamos con un ratito de catequesis y olvidamos educar en la espiritualidad será muy complicado de este reto», exhortó.
Actualmente, en Yucatán hay un sacerdote por cada ocho mil habitantes. La situación podría empeorar en un futuro próximo por el crecimiento que tiene la ciudad de Mérida.