Los desarrollos inmobiliarios están un poco más bajos del nivel natural del suelo
Por la dinámica natural del suelo kárstico y el acuífero de Yucatán, el fraccionamiento Las Américas y el Paso Deprimido, por mencionar algunos ejemplos, se inundaron porque el manto acuífero alcanzó la superficie y sólo queda esperar que el agua se filtre, se evapore o moverla con pipas a otro lugar, señaló el doctor Héctor Estrada Medina, especialista en suelos y agua de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
“Podía haber muchísimos más pozos de absorción y se seguirían inundando porque el acuífero se está elevando y el agua ya no tiene más para dónde ir más que hacia arriba”, comentó.
El especialista describió que bajo el suelo yucateco hay tres capas de roca: laja, de 2 a 2.5 metros de espesor; sascab, de tres metros y coquina, otros 3 metros, dando un total de aproximadamente 9 metros, que se caracteriza por su diferente porosidad. “Entre más dura la roca, menos agua puede almacenar”, acotó el doctor en Ciencias del Suelo y del Agua.
Las constructoras, mencionó, debieron edificar viviendas más elevadas del terreno natural teniendo los antecedentes de una zona de huracanes.
“Un contratista lo primero que hace es desmontar, luego eliminan el suelo y empiezan a extraer la roca dura, que servirá para los cimientos. Ahí le estamos eliminando unos dos metros de altura a la superficie, algunas constructoras también aprovechan parte del sascab, el cual tiene una buena capacidad de retener agua.
“Cuando hacen el cimiento de las casas lo hacen por debajo del nivel natural que tiene la superficie. Eso provoca menos espesor de roca, entre las bases de las casas y el acuífero de tal manera que quedan en una situación que, con una lluvia fuerte, la porosidad de la roca se llena y el acuífero se empieza a elevar y tenemos estás inundaciones”, explicó.
La elevación de la altura de las casas implica más costos a las constructoras y un precio más elevado para el cliente. El investigador, perteneciente a la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst, expuso que esos desarrollos inmobiliarios están un poco más bajos del nivel natural del suelo.
Sobre la falta de árboles y el impacto negativo de la construcción de planchas de concreto, el doctor Estrada Medina precisó que ante lluvias tan abundantes que llegaron con las tormentas tropicales “Cristóbal” y “Delta” el problema no estaba en sí se tenía o no vegetación.
“Aunque tuviéramos muchas más zonas de vegetación, simplemente por la cantidad que llovió el acuífero se elevará haya o no haya vegetación”, dijo.
Con lluvias menos fuertes, añadió, las zonas arboladas hubieran ayudado a filtrar el agua, pero con un huracán el manto acuífero se iba a rebosar.
En el caso del Paso Deprimido, el especialista recordó que la obra, por estar más abajo del nivel del suelo es un lugar propicio para las inundaciones.