
El secretario de Gobernación repartió abrazos a los legisladores yucatecos; el gobernador Mauricio Vila en las nubes

Llegó Adán Augusto López Hernández. El secretario de Gobernación, “La Tercera Corcholata”, el encargado de llevar el mensaje del presidente AMLO a los 32 Congresos Locales de porque sí se tiene que aprobar la minuta de la Cámara de Diputados para que el Ejército continúe a cargo de las tareas de seguridad pública hasta 2028.
Independientemente del discurso político, en el que elogio el buen trabajo del secretario de seguridad pública Luis Felipe Saidén Ojeda y al gobernador Mauricio Vila Dosal, Adán repartió abrazos desde su llegada al recinto Legislativo.
Por su calidez tabasqueña, el secretario fungió como el padre amoroso que recuentra con los hijos de la casa chica. Estuvo muy bien acompañado de Vila Dosal, transmitieron complicidad y respeto el uno por el otro.
Pese a los intentos de denostar al mandatario estatal por la porra de Adán, que por cierto lideró una ex regidora priista que se achocó para la foto con el secretario, éste cobijó a “Vila Bebé”. El gobernador, una vez más, estaba en las nubes al ver como el futuro presidente de México lo protegía, al parecer, de la turba que le gritaba consignas.
Previo a la llegada de López Hernández hubo un duelo de porras. Por una parte, los vilistas gritaban “Presidente”. Los obradoristas hicieron lo mismo “Adán, amigo. Yucatán está contigo”.
Porras espontáneas. No vaya a creer que alguien las operó. Y es que se dice por ahí que detrás de la porra de Vila estuvo “Papá Toro”, cosa que negaron las admiradoras del mandatario yucateco. Bueno, unas lo negaron con risas, otras con cara de enojo.
Por cierto, en la porra de Adán estuvo muy organizada. Los asistentes afirmaron llegaron por su propia cuenta, por el cariño que le tienen al presidente AMLO. ¿Qué creen? Una reportera de un canal de televisión local comentó: “a esos los conozco. Son mis vecinos, ellos son beneficiarios de programas federales y no tienen auto para viajar hasta aquí”.
Y la espera se prolongó. Al recinto Legislativo se presentó el senador neo-morenista Raúl Paz Alonso, quien fue abucheado por la porra vilista. “Traidor”, “traidor”, “fuera” le gritaron al legislador.
Paz sonrío y los saludó. “Mira, aún así se ríe el desgraciado”, expresó una señora de grandes curvas que se autonombró la fan #1 de Vila Bebé.
El senador se dirigió a la porra obradorista para gritar “Es un honor estar con Obrador”. Por cierto, los admiradores del tabasqueño tuvieron mejores porras por gracia, rima y simpatía.
Ya en el Salón “Los Constituyentes 1918” el escenario fue otro. Adán ingresó para repartir los abrazos a cada uno de los 25 legisladores. Los morenistas estaban en el cielo al ser abrazados por una de “las corcholatas”.
Lo mismo hizo Vila Dosal. Aquí, la diputada sin partido Fabiola Loeza Novelo se comportó como una fan. Parece que Chayanne la abrazó.
La que mostró cierto rechazo, pero aceptó el abrazo del gobernador panista Vila Dosal fue Jazmín Villanueva Moo. La chica expresó un desagrado con la boca, pero al tener tanto colágeno en los labios se pudo disimular.
Después de la repartición de los abrazos. Llegó el turno para los discursos del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo, Víctor Hugo Lozano Poveda, quien fue breve y contundente.
Posteriormente, Adán Augusto. Las caras y expresiones de los diputados. Ingrid del Pilar Santos Díaz, presidenta de Mesa Directiva, estaba con un estoicismo, sonriente y atenta. Por algunos ratos, se tocaba su frondosa cabellera y sonreía.
El diputado Esteban Abraham Macari con la mano en la barbilla. Reflexivo. Prestando mucha atención a las palabras del orador. ¿Votará en favor de la militarización? Posiblemente sí.
El asambleísta Luis Romero Chel, del Distrito 12, con una cara de que físicamente estaba ahí, pero mentalmente no. Se notaba cierto cansancio.
Rafael Echazárreta Torres con una sonrisa de paleta payaso. Durante el discurso del secretario demostró un grado de ñoñez, como el alumno matadito que estaba en su clase preferida.
El priista Gaspar Quintal Parra estuvo atento a la exposición de motivos del funcionario federal. Mismo semblante se le vio al perredista Eduardo Sobrino Sierra.
Sin embargo, hubo unos ojos pendientes de cada movimiento y palabras del orador. Se trató de la legisladora Carmen González Martín, “La Dama de Hierro”, quien bebió agua conforme el discurso del tabasqueño transcurría. ¿Acaso veremos a la diputada del Distrito 13 hablar en favor de la aprobación de la minuta en tribuna?
La intervención de Adán Augusto concluyó con aplausos de los asistentes en el Pleno. Un acto que anticipa que la minuta será aprobada con la mayoría.