El arbolado de Mérida se encuentra en muy buen estado. También hay que reconocer que el arbolado es un ser vivo, que nace, crece, se reproduce y muerte. Hay árboles que se plantaron hace 50 años o más y eventualmente van a morir, de ahí la importancia de reforestar para no nos quedemos sin ninguna cobertura suficiente, aseguró la directora de la Unidad Municipal de Desarrollo Sustentable, Alejandra Bolio Rojas.
Al ser cuestionada sobre los árboles que fueron removidos de la Plaza Grande porque están enfermos, la funcionaria municipal precisó que los árboles clasificados en un estado pobre, de acuerdo con un estudio-diagnóstico del arbolado de los parques públicos de la ciudad elaborado en 2018, fueron removidos porque “eventualmente en corto plazo puede generar un riesgo a la ciudadanía. Aprovechando la intervención, se hizo esa consideración”.
El Comité de Flora de la Unidad de Desarrollo Sustentable juega un papel importante, pues cuando llega una solicitud, ya sea por un árbol individual o proyectos de obra pública, “se revisan los casos, se sesiona para determinar si se autoriza o no y cuáles deben ser las medidas que compensan”, explicó.
En el caso de la Plaza Grande, aseguró que los árboles y palmeras fueron reubicados en Animaya. “La propuesta de paleta vegetal para la Plaza Grande es diversa y adecuada de acuerdo con la selección de especies, viene acompañada de un proceso de inclusión de especies arbustivas y de ornatos para complementar la arquitectura del paisaje”, detalló.
Añadió: “Me parece que reubicaron 46 árboles, entre muertos, en algunos casos estaban ladeadas y representaban un potencial riesgo para la ciudadanía, así como los árboles que se interponía en algún tema de accesibilidad universal”.