La obesidad es definida como la acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo, una de las causas más importantes de varios trastornos crónicos como enfermedad cardíaca, diabetes mellitus tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, en los últimos años numerosos estudios sugieren su conexión con el asma, dos problemas de salud pública frecuentes en México y en Yucatán no es la excepción, que en conjunto pueden tener impacto negativo en quienes los sufren.
El Neumólogo Sergio Garza Salinas expuso que 5 de cada 10 infantes con obesidad tienen alta probabilidad de desarrollar asma y quienes la padecen responden peor al tratamiento y pueden presentar mayor riego de exacerbaciones o crisis asmáticas como tos, opresión en el pecho y falta de aire que se agudizan impidiendo a la persona realizar sus actividades cotidianas.
Por si fuera poco, si a ambos se suman infecciones virales como la COVID-19 o la Influenza, que están en pleno apogeo, la probabilidad de presentar discapacidad y muerte temprana se incrementará en mayor número de pacientes, sobre todo, en aquellos que no llevan adecuado control, abundó.
Además de llevar un tratamiento médico adecuado, cuya piedra angular es la terapia broncodilatadora con medicamentos inhalados de corta duración como salbutamol + bromuro de ipratropio o de larga continuación como el tiotropio, los niños, adultos mayores y personas que viven con uno o más trastornos de salud deben considerar lo siguiente:
Evitar desencadenantes del asma como alérgenos como polen, ácaros del polvo, moho, pelo de mascotas, humo de tabaco, contaminación ambiental y cambios bruscos de temperatura.
Continuar con las medidas de precaución frente al Coronavirus como uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos, distanciamiento social, apego al tratamiento indicado por el médico, así como evitar automedicarse ni subestimar ningún síntoma asociado a infecciones respiratorias como fiebre, dolor de cabeza, cansancio y falta de aire. Si tiene alguna sospecha debe ir al hospital de inmediato.
También debe vacunarse cada año contra la Influenza porque reduce el riesgo de enfermarse por esa condición. Si tiene sobrepeso u obesidad debe acudir al nutriólogo para que ofrezca un plan de reducción de peso, pues combinando con la broncodilatación mejora sustancialmente la calidad de vida.
El Dr. Garza Salinas explicó que el asma en los niños con sobrepeso u obesidad ocasionar mayor dificultad respiratoria, crisis agudas y necesidad de intervenciones mayores para tratar los síntomas y estima que el 50% de los menores en edad escolar no están bien controlados con la medicación habitual.
En muchos casos alivia la inflamación de las vías respiratorias y la contracción del músculo bronquial, pero no reduce la frecuencia e impacto de las exacerbaciones, por eso, un buen tratamiento farmacológico controla las manifestaciones clínicas de la enfermedad, reduce el uso de medicamentos de rescate frente ante crisis y prevé recaídas futuras.
Recomendó el Respimat medicamento administrado con un dispositivo inhalador de acción prolongada de mayor experiencia clínica mundial y debido a su alto perfil de seguridad y eficacia en población infantil, el año pasado fue incluido en las Guías Internacionales de Tratamiento de la Global Initiative for Asthma.