En un principio, el uso fue para fines textiles. Tiempo después se descubrió las propiedades médicas y psicoactivos
De la cannabis, también conocida como la marihuana, se ha dicho mucho. En años recientes, la planta acaparó los reflectores, mesas de diálogos y titulares por la legalización para su consumo y los tratamientos medicinales.
El doctor Felipe Augusto Vázquez Flota, quien impartió la conferencia “Cannabis y Cannabinoides”, mencionó que «la planta acompañaba a los grupos humanos en sus migraciones. Los humanos se las llevaban porque les era interesante».
La evidencia más antigua del consumo de la yerba con fines narcóticos se encontró en tumbas chinas que tienen 700 u 800 años antes de nuestra era, señaló el doctor en Ciencias Biológicas por el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Montreal.
En esas tumbas, se hallaron sahumerios con piedras, cuyo análisis arrojó contenido de THC como parte de una ceremonia mortuoria, reseñó el ponente.
De la China, el cannabis pasó a la India, Japón, siguió la ruta de la seda, llegó al norte de África para conocerse popularmente en Europa Occidental.
La planta llegó a México durante la Conquista, en el Siglo XVI, como un textil. «En esa época, no usaban el cannabis que no sea para la producción de fibra», precisó.
Sebastián Ramírez de Fuenleal, añadió, fue el principal promotor de la introducción del Cannabis con fines textiles en México.
Las propiedades fueron descubiertas por los indígenas que trabajan en las plantaciones. «Empiezan a sentir lo aceitoso en los cogollos», expuso. «En su tradición herbolaria, esas plantas que emanan cosas tienen usos experimentales. Empiezan a experimentar».
La primera mención del uso del cannabis con fines narcóticos la hizo el clérigo José Antonio Alzate, quien propuso que el pipiltzintzintli contenía semillas de cáñamo. «Esto no es posible, pues este brebaje es acuoso y para extraer los principios activos se necesitarían un disolvente o un medio más lipídico. Esta la mención, pero es un poco probable», señaló el doctor Vázquez Flota.
La prohibición del Cannabis se dio, porque era visto mal socialmente, por un decreto de Venustiano Carranza en 1920. La restricción perduró hasta 1940, cuando se publica una regulación que permite el consumo a toxicómanos.
«No fue con fines médicos. Se le daba permiso a quienes consumían cannabis. Citando las palabras de la época: “como vicio”, pues esas personas eran objeto de extorsión y si el Estado se las daba, ya se iban proteger de que les robarán su dinero o que cometieran crímenes, etcétera», añadió.
Por sus características, se clasifica para los siguientes usos: de fibra, narcótico y las silvestres, con diferentes grados de manipulación.
El cannabis se agrupa en tres quimiotipos o categorías: tipo 1, utilizada con fines intoxicantes, que puede ser de la especie índica o sativa cuyo contenido de THC debe ser dos veces mayor al de CBD; tipo 2, para tratamientos médicos tiene menos del 3% para Cannabinoides totales y el tipo 3 o cáñamo, es prácticamente sativa y tiene contenidos inexistentes de Cannabinoides y THC.
Con respecto a la sustancia THC, el componente psicoactivo, es una característica que no se encuentra en plantas silvestres, sino en aquellas que fueron manipuladas mediante un proceso de selección y mejora.