Aunque el vino está ligado al desarrollo de la humanidad, porque es fuente mística de inspiración en las artes, ciencia y en el amor; el Dr. Miguel Ángel Valdovinos Díaz manifestó que hay múltiples evidencias que demuestran que el consumo moderado de vino tinto es benéfico por su alto contenido en polifenoles.
Estudios científicos descubrieron lo bueno que conlleva el consumo de una copa de vino tinto diaria, dijo.
El consumo moderado de vino retarda el envejecimiento por el resveratrol que se encuentra en la piel de las uvas. Es aliado para bajar peso porque activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y estimula las existentes para depurarlas y eliminarlas poco a poco. No se debe beber más de una copa al día y los resultados serán más visibles si se acompañan con una dieta equilibrada.
El vino previene la demencia y enfermedades degenerativas del cerebro. Hay compuestos en las uvas que al ser fermentados en vino evitan la aparición de los estreptococos y bacterias vinculadas a la caries además de ser eficaz contra la gingivitis.
Los flavonoides que están en las uvas y el vino ayudan a reducir los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta en la piel. El resveratrol mejora la condición en esos días apáticos o cansados.
Al disfrutar del vino se liberan endorfinas que nos relajan y hace que disfrutemos más del momento. Por sus propiedades astringentes al tomar vino mientras se come, se percibe de forma intensa el sabor de las comidas, además, reduce el sabor de las grasas y da una sensación gratificante al limpiar la boca.
El resveratrol, que es una sustancia química rica en antioxidantes, ayuda a cuidar los vasos sanguíneos porque evita la formación de coágulos y reduce el llamado colesterol malo. También combate la depresión.
El vino tinto también es rico en vitamina E que ayuda a limpiar la sangre y los vasos sanguíneos, protegiendo la salud cardiovascular. Como gran antioxidante es capaz de bloquear el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama o pulmón.
Previene las enfermedades que causan ceguera por un proceso denominado angiogénesis, apertura de nuevos vasos sanguíneos en el área ocular. Aumenta los niveles de ácidos grasos Omega3. Además, combate las infecciones urinarias porque sus propiedades antioxidantes y astringentes evitan que las bacterias se adhieran a la vejiga o riñones.
El internista Valdovinos Díaz dijo que otros estudios demuestran que el consumo moderado de vino modifica la flora intestinal al aumentar la población de bacterias antiinflamatorias y ayuda a reducir el riesgo de padecer alzheimer y ciertos tipos de cánceres de próstata y colon.
Sin embargo, el consumo en exceso produce daño hepático y pancreático y aumenta el riesgo de cánceres de cabeza y cuello, esófago, mama e hígado, advirtió el gastroenterólogo.