En el Día Mundial contra la Meningitis, que se recuerda este día, médicos insistieron en que la mejor medida de prevención contra la enfermedad causada por meningococo es la vacunación.
En el 50% de los casos no tratados, la meningitis por meningococo puede ser mortal en 24 horas o causar secuelas graves a largo plazo como discapacidad, pérdida auditiva o daño cerebral con efectos devastadores en las personas, sus familias e importante impacto económico en las sociedades.
El responsable de la Clínica del Viajero de la UNAM, Dr. Baruch Díaz, resaltó que las vacunas son la intervención sanitaria más costo-efectiva para proteger contra las enfermedades infecciosas.
“La meningitis por meningococo es una enfermedad potencialmente devastadora, pero afortunadamente hay una vacuna que protege de las graves consecuencias”, dijo.
La enfermedad meningocócica se transmite por medio de gotitas respiratorias (por ejemplo: tos, estornudos) y el contacto directo con una persona infectada.
“Los principales factores de riesgo incluyen vivir en entornos comunitarios como: campamentos militares o de verano y estudiantes universitarios que comparten dormitorio (internados), intercambios escolares, viajar a zonas de mayor incidencia como la frontera Norte del país y el África subsahariana, que es un cinturón de infecciones por meningococo”, explicó.
La meningitis es la enfermedad bacteriana caracterizada por la inflamación de las membranas (meninges) que rodean al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y de rápida evolución, es trascendental conocer los principales síntomas: fiebre elevada, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza, cuello rígido, confusión, náuseas, vómito, somnolencia, malestar general, irritabilidad, incluso, crisis convulsivas.
Aunque la enfermedad meningocócica afecta principalmente a niños menores de cinco años, hay un segundo pico en adolescentes y adultos jóvenes y puede afectar a cualquier persona a cualquier edad sin factores de riesgo identificables.
El especialista pidió incrementar la conciencia de la enfermedad como urgencia médica, por medio de la difusión de conocimientos y datos confiables, para identificarla de forma oportuna y reducir las complicaciones, el número de casos y la mortalidad de la grave infección que puede causar la muerte en menos de 24 horas.