El aumento de los casos de maltrato animales de compañía, principalmente de perros y gatos, en Yucatán ha cansado a un sector de la población que exige políticas públicas para erradicar este problema, pues las modificaciones a las leyes para garantizar el bienestar animal parecen letra sobre papel mojada: listas para romperse sin que los responsables paguen por sus actos.
En Kanasín, un grupo de animalistas bloquearon las principales vialidades para ingresar a ese municipio. La medida que desesperó a los motociclistas y automovilistas el pasado lunes tuvo un principal objetivo: exigir justicia por “Negrito”, un perro asesinado a machetazos en el fraccionamiento Cielo Alto por Jonathan Alexander S.H., y por todos los que murieron de manera cruenta.
La activista Elsa Eugenia Arceo Medina, defensora de los derechos de los animales, mencionó que hay un desinterés de las autoridades en Yucatán en atender este problema social, que debería prender las alarmas de todos los niveles de gobiernos, pues quien asesina de manera cruenta a un animal “es un psicópata en potencia”.
“En Kanasín están el 50% de todas las denuncias de maltrato animal, es el número uno de casos en Yucatán. También hay otros municipios como Tekax, Tizimín, Valladolid, Kanasín, Telchac, Chicxulub, y Seyé. Como activistas queremos que se concientice la importancia de castigar a quienes cometen estos actos, nuestra lucha no debe ser motivo de burla, pues quien maltrata un ser sintiente, no se va a detener ahí. ¡Es un psicópata en potencia!”, advirtió.
El marco legal, pese a los cambios realizados tampoco dan celeridad en estos casos. Pues, como se recordará, el pasado 28 de marzo, la Legislatura 63 aprobó por mayoría una modificación al Código Penal para tipificar como delito la crueldad animal.
Una “ley con errores”
La llamada “Ley Rufo”, que fue promovida por el entonces diputado panista Jesús Pérez Ballote en respuesta al asesinato de un canino que fue decapitado, ha sido una buena intención, pero que necesita mejorarse para que los criminales enfrenten a la justicia.
Tiene que publicarse una fe de erratas, para que pueda publicarse y aumentar los 10 años la pena para quien cometa actos cruentos contra los animales de compañía, mencionó Elsa Arceo, quien está preocupada que en la presente legislatura haya un retroceso en la materia de bienestar animal.
En Kanasín, una señora, quien no decidió no identificarse, relató como la violencia patrimonial que vivió fue escalando de niveles hasta que su mascota fue asesinada por envenenamiento. “Envenenó a mi perrito, eso no hace. Es como que mate a un ser humano”, expresó.
También fue víctima de intimidación. “Tiene una cámara de vigilancia que observa directamente en mi casa. Me está invadiendo mi privacidad, todo lo que hago lo está observando. En tres veces tuve problema con él”, dijo.
Reyna Cervantes Ancona, también vecina de Kanasín, vio como el maltrato animal se ha manifestado en diferentes niveles. “Algunos dueños no cuidan a sus mascotas o abandonan a las perras con sus crías, ahí ves a los perritos en las calles comiendo basura, por lo que la gente los maltrata y las autoridades no hacen nada”, señaló.