«A Rogerio ya le toca», eso es lo que opina la gente del joven político yucateco, pues en dos ocasiones ha decidido dejar en pausa sus aspiraciones de servir más al pueblo, poniendo en primer lugar la unidad y el bien común.
Recordemos que en 2018, “el profe”, como le dicen de cariño, hizo a un lado el lugar que le correspondía por trayectoria, para que Joaquín Díaz Mena, “Huacho”, fuese el candidato de Morena, y ahora en 2023 la historia se repitió, cuando decidió no participar en el proceso interno de su partido.
Con estas decisiones, político ha demostrado su carácter noble pero decidido, y esto le ha valido el apoyo y simpatía de muchos yucatecos, que no pierden la esperanza de que los represente en un papel de mayor responsabilidad en 2024.
Durante sus recorridos por los municipios del estado, el morenista fundador hizo patente su cercanía y compromiso con quienes más lo necesitan, lo que llevó a miles a depositar su confianza y esperanza en él.
Además, en su papel como legislador en 2018, Rogerio demostró ser un gestor capacitado y preparado, logrando conciliar acuerdos en beneficio del país, sobre todo en un tiempo en que la Cámara de Diputados era mayormente integrada por miembros de la oposición.
De igual forma, en múltiples ocasiones se le ha reconocido como una persona razonable y preparada en diversas disciplinas, lo que también quedó de manifiesto cuando asumió como comisionado de Transparencia y Anticorrupción de la Cámara.
Sin duda, Rogerio puede jugar un papel clave para consolidar la transformación, y ya es tiempo de darle la oportunidad de demostrar más a fondo por qué se ha ganado la confianza del pueblo durante su carrera política.