Se reconoce la trayectoria de la formadora de varias generaciones de profesionales del teatro
La actriz Conchi Roche, con más de seis décadas de trayectoria, resume su carrera con una sola palabra, vida, emocionada al recibir un reconocimiento por los años que ha entregado a esta profesión, recordar sus inicios y apreciar la encomienda de enseñar a muchas personas que, como ella, aman esta disciplina.
“Amo el arte, me encantaba ir a cursos en la Ciudad de México; recuerdo que la primera vez que nos pagaron fue cuando participé en la obra Rosario de filigrana; el teatro me daba vida, era algo que me llenaba y daba satisfacción”, platicó, mientras sus ex alumnas practicaban sus líneas, antes de subir al escenario del Centro Cultural “La ibérica”.
En ese lugar, como parte de la instrucción del Gobernador Mauricio Vila Dosal, de honrar a las figuras que han dado renombre a nuestro estado, la artista recibió un reconocimiento de la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Loreto Villanueva Trujillo, por la perseverancia en su trabajo de actriz y docente en dicho espacio, que el 22 de mayo, cumplió 24 años al servicio de la sociedad.
«Yo me siento honrada hoy, de estar a tu lado, Conchi. Me siento honrada y feliz de poder estar en este momento, un momento especial y con el cariño de la gente que te ama. Han sido unas artistas que le han dado muchísimo a Yucatán, actrices que han sido íconos del estado», dijo la funcionaria.
Junto con amistades, familiares y quienes tuvieron la dicha de contarse entre sus estudiantes, comentó que el teatro ha sido su vida y afición, durante el conversatorio que enmarcó el tributo y en el cual también participaron Eglé Mendiburu, Paloma Bello y Fernando Muñoz.
Conchi Roche inició su carrera en el Centro Estatal de Bellas Artes (CEBA), en 1959, donde tuvo como maestros a Armando Vidiella, Manuel Fernández Trava y Addy María Martínez Ongay; la primera obra en que participó fue La culta dama, de Salvador Novo, dirigida por Vidiella, con la que representó a Yucatán en el Concurso Nacional de Teatro, en Monterrey, Nuevo León.
Dentro de su formación, acudió a los cursos de verano que ofrecía el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), siendo sus maestras y maestros el mismo Novo, Dagoberto Villaman, Alejandro Bichir, Lola Bravo y Antonio López Mancera, entre otros.
Para la década de los 60, formó parte de la Unidad Artística de la Universidad de Yucatán, a cargo de Luis Armando Trejo Cardós, y en el Grupo Teatro de Repertorio, bajo la guía de Erik Renato, estuvo por más de 15 años, participando en géneros como comedia, policíaco e infantil, por mencionar algunos.
Luego, en 1984, fundó la compañía La Farándula, con su hermana Nancy Roche, Mendiburu y Juan Carlos Moreno, en un espacio propio, El Rincón de la Farándula, donde presentaron numerosas obras, de Muñoz, Leopoldo Peniche Vallado, Juan García Ponce, Wilbert Herrera, Effy Luz Vázquez y Nidia Esther Rosado, entre otros, además de llevar el teatro regional a los municipios.
Fue en 1999 cuando ingresó como docente en “La ibérica”, para impartir clases de esta disciplina a personas adultas mayores, y en los últimos años, destaca su inolvidable interpretación de María, en Alrededor de las Anémonas, de García Ponce, bajo la dirección de Juan Ramón Góngora.
Sus estudiantes, a manera de homenaje, recrearon la primera escena de Yo no pregunto nada, de Sara Mendoza, y la pieza Me quieres a pesar de lo que dices, de Alejandro Licona, dirigidas por ella misma.