En la pandemia piden que la población mexicana tenga mayor conciencia de la necesidad de evitar el desperdicio de alimentos en los diversos procesos de producción, manejo, transporte, distribución y venta.
El secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos el Campo, Rafael García del Horno, dijo que en el mundo se estima que se pierde alrededor del 14% de los alimentos producidos cada año y en México al menos 20 millones de toneladas al año van al tiradero.
En el Banco de Alimentos de Meìrida, se saca el mayor provecho a los alimentos y se comparten con quienes maìs los necesitan. El organismo colabora en la campanÞa con la Comisión para la Cooperación Ambiental para inspirar a la juventud, para reducir el desperdicio de alimentos.
Según datos del INEGI y CONEVAL más del 50% de la población mexicana, especialmente rural y suburbana, padece algún grado desnutrición por los índices de pobreza y falta de orientación de productores de alimentos, de sus derivados industriales, por la nula o escasa infraestructura para el manejo de diversos productos alimenticios en diversas regiones.
García del Horno reconoció que el desperdicio de alimentos también ejerce fuerte presión a los recursos naturales agotando su potencial y en el medio ambiente generando gases de efecto invernadero. En el mundo, alrededor del 14% de los alimentos producidos se pierde entre la cosecha y la venta al menudeo.
La pérdida y el desperdicio de alimentos requiere de la participación de todos quienes tienen en sus manos los diversos esquemas de producción, recolección, transporte, distribución y comercialización, para maximizar el destino final para su consumo.
Disminuir el desperdicio de alimentos tiene muchos beneficios: si sobra más alimento del que falta, juntos se puede lograr que más mexicanos se alimenten bien todos los días.