Es necesario un modelo educativo bilingüe-bicultural
Hablar de la lengua de señas va más haya de tomar un curso, el traductor debe dominar elementos lingüísticos y gramáticos para que el mensaje llegue al receptor.
Al respecto, platicamos con el vicepresidente del Instituto de Capacitación, Interpretación y Traducción de Lengua de Señas (Incapsi-LS), Juan Carlos Vega Palma, quien precisó que no es lo mismo conocer a interpretar.
–Del español a la lengua de señas, a veces hay que buscar los sinónimos para que el mensaje llegue a la persona con discapacidad auditiva. Hay que buscar los sinónimos, es un trabajo mental –comentó.
La lengua de señas no es palabra por palabra. “Hay un cambio en el movimiento de las manos que forma una seña, es un trabajo de traducir en tu cabeza lo que tú me estás diciendo… Si es una chamba, no todos los intérpretes son todólogos, la experiencia te va dando experticia. No por saber lengua de señas eres traductor. En muchas partes del país ponen a alguien a mover las manos y no llega la información ”, añadió.
Para Vega Palma, lo ideal es que haya más intérpretes especializados en determinadas áreas como la jurídica, salud, educación por mencionar algunas.
Aterrizando esta situación en el ámbito educativo, en Yucatán muchos docentes tienen el conocimiento en la lengua de señas, pero no son interpretes.
Es necesario, que el Estado se aplique un modelo educativo bilingüe-bicultural, que a su vez cuente con un modelo-docente sordo que hable, oralice, tenga conocimiento del Español para que pueda transmitirle el aprendizaje al estudiante.
“Mucho docente conoce a groso modo la lengua de seña, más no significa que por conocer se vuelvan intérpretes. La característica que tienen muchos docentes es que no saben cuándo les va a tocar una persona sorda y muchos profesores, en el camino, se empiezan a capacitar”, señaló.
A nivel nacional, Jalisco y el Estado de México cuentan con ese modelo educativo, donde el docente-modelo presenta la discapacidad auditiva e imparte las clases mediante lengua de señas. Mientras en Yucatán, apenas hay cuatro profesores que son intérpretes de la lengua de señas.
Vega Palma insistió en la importancia de que haya más intérpretes especializados en diversas ramas, pues no todas las formas de discapacidad auditiva son iguales.