La Enfermedad Renal Crónica (ERC), que es considerado un padecimiento silencioso, se calcula que entre 13 y 16 millones de mexicanos la padecen. Los síntomas como fatiga, náuseas, vómito, comezón en el cuerpo, debilidad, insomnio, letargo mental se presentan en etapas avanzadas, mencionó la doctora Nadia Elizabeth Saavedra Fuentes, médica nefróloga por el Instituto Nacional de Cardiología “Dr. Ignacio Chávez” y certificada por el Consejo Mexicano de Nefrología.
“En Yucatán, se presenta mucho la Enfermedad Renal Crónica asociada con la diabetes, hipertensión y problemas cardíacos. Por eso los pacientes diagnosticados, deben tener tratamientos con cambios en el estilo de vida como son dieta baja en proteína, mejorar las condiciones sus padecimientos previos”, afirmó.
También se debe a otros factores como son la calidad del agua y las altas temperaturas de la entidad, comentó. “Posiblemente, haya una disminución de ingesta de líquidos en lugares muy cálidos. A veces, en lugar de tomar, líquidos adecuados optan por bebidas con mucho sodio como refrescos que están azucaradas y no hidratan”, dijo.
Enfermedad silenciosa
Pero al ser una enfermedad silenciosa, es importante que los pacientes con factores de riesgo como son: diabetes, hipertensión, tuvieron familiares con daño renal, problemas cardíacos o mayores de 60 años de edad se realicen un tamizaje para la detección temprana de la enfermedad, advirtió.
El tamizaje es un estudio de química sanguínea, que muestra los niveles de creatina y urea que dependiendo del resultado se puede hacer el cálculo de la función renal, explicó. “También con la muestra de orina se puede valorar para ver si tiene residuos de proteína, llamada albúmina, nosotros ya podemos intuir que tiene un problema en los riñones”.
A los pacientes con diabetes, hipertensión o personas mayores de 60 años es importante acudir con su médico familiar para realizarse estudios con creatina o proteína en orina, recomendó. “Cuando se tiene Diabetes tipo uno o tipo dos, a los cinco años de haber sido diagnosticado es recomendable hacerse los estudios, de acuerdo con guías internacionales.
“Sin embargo, en México, al tener poca capacidad para esos diagnósticos, es importante que el paciente y médico sean conscientes de esta situación y se hagan el tamizaje desde más temprana. Es algo sencilla, pues con una muestra de sangre u orina, se puede documentar la presencia de Enfermedad Renal Crónica en pacientes de diabetes, e incluso si está empezando”, aseveró.
La atención de los pacientes de ERC puede llevarla el médico de primer contacto o médico familiar, así como médico internista o nefrólogo. Yucatán cuenta con buenos hospitales de referencia en los sectores público y privado, señaló. “Lo importante es un tratamiento a tiempo, que los ayude a preservar la función renal”, puntualizó.
Tratamiento
Este tratamiento consiste en una dieta baja en proteína, que ayuda a disminuir o enlentecer el tiempo de progresión de la ERC. También se incluyen suplementos alfacatoanálogos o aminoácidos que hay en tabletas o polvo dispersable, señaló.
“Se requiere de nutriólogas expertas en manejo de pacientes de Enfermedad Renal Crónica, para que éstos no se desnutran y puedan tener una mejor preservación de la función renal”, abundó.
Añadió: “Si el paciente vive con diabetes e hipertensión se le ofrece otros medicamentos para sus padecimientos o para disminuir el ácido úrico”.
Cuidado en los riñones
El cuidado de los riñones va más allá de ingerir suficiente cantidad de agua. Eso es un primer paso, señaló. “También es importe cuidar la salud en general, porque la diabetes o hipertensión son las primeras causas de daño renal en México y en el mundo.
“Hay que tener mucho cuidado al ingerir sustancias que puedan lesionar nuestros riñones como antibióticos y analgésicos, que pueden lesionarlos, o algún tipo de herbolaria, que se toman sin cuidar las dosis”, ejemplificó.
Es importante cuidar nuestros riñones, porque son los órganos encargados de filtrar y depurar la sangre de las toxinas en el cuerpo, recomendó. “Una de esas toxinas es la urea, que cuando los riñones dejan de funcionar, ocasionan daños al cerebro, sistema inmune, ocasionan desgaste proteínico o desgaste a la insulina, lo que puede llevar al aumento de mortalidad y calidad de vida”, aseveró.