La educación privada es uno rubros perjudicados por la pandemia del Covid-19. En Coahuila, por mencionar un ejemplo a nivel nacional, el 50 por ciento de las instituciones educativas están a punto de quebrar por la falta de pagos.
Aquí en Yucatán, los colegios particulares no pasan por esa situación, pero si enfrentan muchos problemas como los pagos por derechos que cada mes deben hacer a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y que no exento durante la contingencia sanitaria, comentó el doctor en docencia Wílberth Domínguez Uribe.
“Hay una lista interminable de conceptos que se tiene que cubrir. Para someter a evaluación un plan educativo, cada escuela tiene que pagar unos seis mil a ocho mil pesos. Cuando de aprueba, se tiene que pagar $19 mil para que ese plan tenga el registro. Si la misma SEP considerara ese pago, creo que los rectores y directores estarían en la disposición de apoyar”, enlistó.
Como se recordara, a inicios de la cuarentana, estudiantes de diferentes instituciones educativas pidieron un descuento a las tarifas por no usar las instalaciones y las universidades, en la mayoría de los casos, se negaron a esto, pues argumentaron que era imposible por los costos que se debían cubrir, como la nómina de los profesores.
Al respecto, el consultor educativo precisó que la educación privada está para brindar un servicio que el Estado no puede hacerse cargo.
“El Estado no está cumpliendo. Ha habido un aumento sustancial de la población que egresa de la educación media superior. Hay muchos egresados… ¿Cuántos estudiantes presentan? ¿O cuántos aspiran a una carrera? Por ejemplo, ¿Cuánto es el nivel de aceptación de esas universidades públicas? y ¿Cuántos quedan fuera?”, comentó.
Domínguez Uribe precisó que, a pesar de todo, los docentes continuaron con sus obligaciones de impartir las clases en las diferentes plataformas tecnológicas.