En Mérida, hubo un avance para la protección de la fauna doméstica como perros y gatos, pero hace falta visibilizar los maltratos a la fauna silvestres como loros, pericos y guacamayos, que también sufren en cautiverio, señaló José Pierre Medina Arjona, presidente del proyecto Santa María A.C.
Durante la presentación de la campaña “Tu Amor Lastima”, que tiene la finalidad de inhibir y erradicar una histórica violencia cultural contra las especies de psitácidos mexicanos, el activista mencionó la necesidad de visibilizar al peligro que están expuestos.
–Celebramos que en el tema de fauna doméstica se haya avanzado mucho, hay mucha protección a los perros y los gatos. Eso es un logro de la ciudadanía y las autoridades, pero hay que mirar a las especies de fauna silvestre que sufren, pero no están siendo visibilizadas ni atendidas. Tan triste es ver amarrado un perro bajo el sol como ver a un loro en una pequeña jaula bajo el sol. Eso es maltrato y debe acabar –dijo.
Por su parte, la alcaldesa Cecilia Patrón Laviada señaló que la Comuna cuenta con la Unidad de Protección Animal (UPA), donde la sociedad puede presentar las denuncias de maltrato animal y se apliquen las sanciones administrativas.
“Invitamos a la sociedad a que denuncien para acudir al predio y levantar una sanción administrativa. Cuando el caso sea más maltrato más fuerte, acudir a la Vicefiscalía de Protección Animal para levantar la denuncia. Pero, nosotros tenemos que hacer esa primera llamada de aquí no están bien las cosas y vamos a sancionarla de manera administrativa”, explicó.
Medina Arjona dio a conocer que existen 22 especies en peligro de extinción, en su mayoría loros, por lo que debería sancionarse la tutela de las aves y no ver con normalidad que se tengan a los psitácidos enjalaudos en las casas.
Un ejemplo del éxito de leyes flexibles es Belice, donde los usuarios con una tenencia responsable reciben una constancia de posición legal.
Lo anterior permite a los loros, pericos y guacamayos estar en unas mejores condiciones, mejor alimentación y atención médica veterinaria con un especialista en aves.
Al año, en México, poco más de 70 mil aves que son extraídos de sus hábitats y ocho de cada 10 polluelos mueren antes de ser comercializados.
Sobre la campaña, la productora audiovisual María Campos comentó que los loros participantes fueron rescatados de malas condiciones y que antes de ser comercializados talaron sus hábitats y mataron a sus papás.