El también escritor participó en la elaboración del Diccionario Maya Cordemex
El Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), lamenta el fallecimiento de Domingo Dzul Poot, considerado el decano de los narradores mayas de la península, quien a través de los años se destacó por mantener y rescatar la tradición oral.
Su trabajo se enfocó en preservar el patrimonio inmaterial de nuestro estado. Desde 1977 laboró como transcriptor y paleógrafo del Departamento de Historia de la delegación Yucatán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), puesto que ocupó durante casi 30 años.
Fue custodio de las tradiciones así como compilador y escritor de historias y leyendas, que plasmó en los libros denominados Cuentos Mayas I y II de 1985 y 1986, respectivamente, con cuatro ediciones cada uno.
En 2019, autoridades estatales le entregaron un reconocimiento por su contribución y promoción de nuestra lengua materna en la elaboración del Diccionario Maya Cordemex, que realizó junto con Refugio Vermont Salas, Juan Ramón Bastarrachea Manzano, Willian Brito Sansores y su hijo David Dzul Góngora, todos bajo la dirección de Alfredo Barrera Vázquez.
A su vez, en 2012 le fue concedido el máximo galardón que entrega la administración pública: la Medalla Yucatán, y en el 2008, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), le rindió un homenaje por su contribución a las letras mexicanas, en el marco del Año Internacional de los Idiomas. La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) nombró los Segundos Juegos Florales Universitarios “Domingo Dzul Poot”.
Es autor de los libros Tradiciones literarias mayas (1984), Leyendas y tradiciones históricas mayas (1987) y Relatos que la abuela contaba (2010), entre otros textos que abarcan poemas y la traducción de la biblia al maya. Parte de su trabajo se encuentra disponible en la bibliotecavirtualdeyucatan.com.mx.
Domingo Dzul Poot nació en Bécal, Calkiní, Campeche, el 12 de mayo de 1927. Estudió la primaria en su pueblo natal para concluirla en Hecelchakán. Su secundaria la realizó en el Colegio Americano de Mérida, Yucatán, en 1955. Dos años más tarde, ingresó al Seminario Presbiteriano, donde se ordenó en 1961. En 1963, estuvo al frente de la iglesia «Jesús» de Progreso.
La pasión por sus orígenes, las costumbres y el rescate de los relatos orales y leyendas familiares, lo convirtieron en un destacado cuentista, reconocido a nivel nacional e internacional.