Los familiares afirman que han visto a los agentes municipales en funciones, a pesar de que hay una denuncia en contra de ellos
Roberto Lanz Hernández, luego de permanecer dos semanas en coma, luego que policías municipales de Progreso ejercieron abuso de poder y lo golpearon hasta fracturarle el cráneo que lo mandó al Hospital Agustín O’Horán.
La familia del hoy fallecido, en numerosas ocasiones, arremetió contra los elementos municipales, pues afirmaron que los procedimientos fueron contundentes para proceder legalmente contra los agentes.
Además, insistieron en que desde de la agresión, ninguna autoridad municipal los buscó ni les ofreció ayuda ni tampoco han tenido tiempo de acudir al palacio municipal para hablar con el primer edil Julián Zacarías Curi.
Para limpiarse la imagen de las violaciones a derechos humanos que comete la corporación policiaca, el Ayuntamiento de Progreso emitió un comunicado en el que afirmó que los agentes involucrados en la violenta detención fueron suspendidos de la corporación.
No obstante, los familiares del agraviado –a quien el escrito oficial no menciona– afirman haberlos visto uniformados; lo que daba a entender que, a pesar de la denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), aún no había sanciones para los involucrados.