El Instituto Nacional de Antropología e Historia, por conducto del Antrop. Eduardo López Calzada Director del Centro INAH Yucatán, entregó el viernes 4 de septiembre de 2020 al Ing. Felipe Canul Moguel Director General del Instituto de Infraestructura Carrertera de Yucatán INCAY la cedula de la inscripción del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del monumento arqueológico denominado como “Aplanadora Maya” bajo el folio No. 3135 P.M a favor del Gobierno del estado de Yucatán (INCAY) del Gobierno del Estado de Yucatán.
EL Monumento Arqueológico fue previamente restaurado por el INAH y se le conoce como “Aplanadora Maya” que posee más de 1200 años de antigüedad y que se encuentra en resguardo del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (INCAY).
Los trabajos de restauración se realizaron por un equipo técnico coordinado por la restauradora Nancy Coronado Guajardo, de la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán, y la restauradora Afifa Cetina, y consistieron en limpieza y estabilización de la pieza arqueológica.
Durante la ceremonia de entrega de la Inscripción de monumentos arqueológicos muebles bajo custodia de particulares del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos por parte del Gobierno Federal el Antropologo Eduardo López Calzada, Director del Centro INAH agradecio al Ing. Felipe Alberto Canul Moguel, Director General del INCAY, el apoyo prestado para la restauración de esta pieza y para la puesta en valor del monumento arqueológico, puesto con ello se recupera el patrimonio arqueológico del estado.
Por su parte el Dr. Fernando Robles Castellanos, Arqueólogo del INAH, destaco que “la aplanadora maya, también conocida como el mega cilindro maya, se encontró en el kilómetro 35 del sacbé que unía las ciudades prehispánicas Coba y Yaxuná y fue descubierta por Alfonso Villa Rojas, en 1934. El cilindro de piedra caliza, sirvió para aplanar la mega carretera prehispánica que unió dos importantes metrópolis en el clásico tardío ”.
El sacbé que unía las ciudades prehispánicas Coba y Yaxuná, se considera la obra más relevante de la ingeniería carretera de la Mesoamérica prehispánica, que tuvo más de 100 kilómetros de largo y 10 metros de ancho.
Los trabajos de registro de bienes arqueológicos, fueron realizados en el Departamento Jurídico del INAH, a cargo del Abog. José Arturo Chab Cárdenas en coordinación con las oficinas centrales del INAH.
Se prevé que en breve se celebre un convenio de colaboración entre el INCAY y el INAH para que los vesrigios localizados en las carreteras y parques públicos estatales reciban mantenimiento y conservación.