En un emotivo acto, el gobernador Mauricio Vila Dosal cortó la cinta inaugural del nuevo albergue de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) en Yucatán. Este espacio, materializado con una inversión que supera los 23 millones de pesos, se erige como un faro de esperanza gracias a los recursos provenientes del gobierno estatal y municipal, donativos generosos y acciones de recaudación.
Con una capacidad para albergar a 18 infantes con cáncer y sus familias, el mandatario expresó su optimismo acerca de la relevancia de esta nueva sede. No solo proporcionará alojamiento a quienes requieran quedarse en la ciudad para recibir tratamiento oncológico, sino que seguirá brindando apoyo a más de 400 niños, incluyendo a 200 en tratamiento activo que reciben quimioterapias.
Nicole Xacur Cejudo, vicepresidenta del Comité de Vigilancia de Amanc Yucatán, compartió su emoción al ver materializado este sueño que llevó un año y tres meses de construcción. Destacó la colaboración fundamental del gobierno estatal y municipal, así como las generosas donaciones y los fondos recaudados en diversos eventos. Este nuevo espacio aspira a ser un refugio de paz tanto para los pequeños pacientes como para sus padres, reconociendo que el impacto del cáncer se extiende a toda la familia.
«Quisimos dar un poco de color a sus vidas con instalaciones llenas de vida y amor, donde encuentren lo necesario para luchar sin ningún costo», expresó Xacur Cejudo. Rememoró que Amanc Yucatán ha trabajado incansablemente para acompañar a los niños diagnosticados con cáncer, desde el diagnóstico hasta que se convierten en sobrevivientes, y este nuevo albergue fortalecerá esa misión al brindar un espacio de descanso cómodo para los pacientes y sus familias.
En la ceremonia de inauguración, también estuvieron presentes figuras destacadas como el alcalde Alejandro Ruz Castro, la presidenta estatal de Amanc Yucatán, Marissa Goff Rodríguez, la fundadora de Amanc, María de Guadalupe Alejandre Castillo, el diputado local Víctor Hugo Lozano Poveda, entre otros representantes de la política yucateca. Este nuevo albergue se erige como un testimonio tangible de solidaridad y compromiso con la salud y el bienestar de los niños yucatecos afectados por el cáncer.