“Tenemos un sistema de salud disgregado, la inversión total es insuficiente”, señaló Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud)
La medicina de precisión es una de las grandes apuestas de la ciencia médica para la prevención, diagnóstico y tratamiento de diversos tipos de cáncer, para que en México sea una realidad es necesario incrementar la vinculación público – privada al Sistema Nacional de Salud, señaló el Dr. Santiago March Mifsut, Coordinador de Proyectos Estratégicos de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud).
Actualmente, la medicina de precisión se emplea en el tratamiento de cánceres como próstata, pulmón, mama, colon y leucemias. Entre las ventajas están la identificación precisa de la causa, mayor eficacia terapéutica, respuesta más rápida y menores efectos adversos.
En nuestro país, como en otras naciones, para la aplicación de la medicina de precisión se requiere de mejorar la infraestructura, los recursos humanos y acceso a los medicamentos e insumos para la salud, enlistó el galeno.
Sin embargo, existen dos factores que dificultad la aplicación. El primero, alta demanda de los servicios porque más del 50 por ciento de población mexicana es mayor de 50 años, presenta enfermedades crónico-degenerativas y requieren de medicamentos por más tiempo.
El doctor March Mifsut señaló: “Tenemos un sistema de salud disgregado, la inversión total es insuficiente, una mezcla pública-privada inequitativa, un gasto de bolsillo elevado. Y por último una gestión operativa ineficiente en el presupuesto. Tenemos hospitales con una parte Covid no Covid. Esto a nivel administración ha sido un dolor de cabeza”.
Una forma de estrechar la brecha es mediante la medicina personalizada, tecnologías para pruebas genéticas y mayor participación del sector privado.
“El sistema de salud requiere una participación y un equilibrio entre el sector privado y el sector público”, añadió.
Países como Sudáfrica, Suecia, Nueva Zelanda o Australia aumentaron la inversión privada en sus respectivos modelos de salud y funcionan bastante bien, comentó.
Otros de los desafíos de la medicina de precisión para incorporarse al sistema de salud mexicano son apoyar la sistematización de bases de datos incluyendo datos genéticos; optimizar las herramientas para comunicar a pacientes y especialistas; procesamiento masivo de pruebas; adecuar el marco regulatorio en torno a las nuevas tecnologías en salud (incluyendo pruebas genéticas y de otras disciplinas «ómicas»); validar y adaptar las pruebas a la estructura genética de la población mexicana e involucrar a todos los actores sociales, enlistó el experto.