Las juventudes, entre los 15 y 29 años, pudieran presentar deterioros cognitivos lo que les llevaría a tener problemas de salud mental. En ese rango de edad se desarrolla el lóbulo frontal, donde está toda la memoria, señaló Aarón Palomo Euán, presidente de la Asociación para la Salud Mental de Yucatán (ASMY).
“En dicha edad, muchas conexiones del cerebro pueden alterarse con una presión social, familiar, escolar o en su entorno”, explicó el experto, quien recordó que las enfermedades mentales vienen del medio ambiente, afectaciones internas o son adquiridas.
Las enfermedades mentales pueden prevenirse con medios ambientes favorables que permitan a los estudiantes desarrollarse como personas, que tengan con quien recurrir cuando presenten problemas de salud, ansiedad y que lo externen, comentó el entrevistado.
–Los estudiantes tienen una carga emocional por sus estudios, por los exámenes, sus tareas y la auto exigencia que tienen cuando ingresan a una institución educativa de nivel superior.
–Muchas veces, por tener los mejores resultados, caen en estado de ansiedad y depresión, lo que les genera un trastorno mental que les pueda perjudicar. También les puede alterar cognitivamente sus funciones cerebrales, donde está la planeación, organización, la velocidad de procesamiento de pensamiento, sobre todo un pensamiento crítico, y la toma de decisiones correctas -enlistó.
Al alterarse todo lo anterior, es necesario que a los jóvenes les apliquen evaluaciones, realicen ejercicios cognitivos para la rehabilitación y puedan exponer las características cognitivas que posean para que puedan obtener una mejor ventaja en sus estudios, explicó.
Las enfermedades de la salud mental se presentan en cualquier nivel socio-económico, señaló Palomo Euán. Sin embargo, los ambientes y los entornos impactan en el deterioro cognitivo mental de los adolescentes.