Aunque paulatinamente se reactiva la economía de la entidad en medio de la contingencia sanitaria por el Covid-19, algunos sectores no ven para cuando mejorará su situación por la falta de circulante debido al aislamiento social.
Para la Asociación de Porcicultores, que preside Carlos Ramayo Navarrete, las ventas de la carne de cerdo no levantan por falta de circulante. Según sus estimaciones las ventas se desplomaron más del 30% y un reflejo de esa situación es que el kilo de cerdo en pie es de 33 pesos, cuando antes de la emergencia sanitaria fue de 38 pesos el kilogramo. Sin embargo, los porcicultores garantizan el abasto de carne de cerdo en la entidad.
Por si fuera poco, debido a que el 85% de los cultivos del campo yucateco se perdieron por los efectos de la tormenta tropical “Cristóbal” algunos productos duplicaron o triplicaron su precio por la escasez. Según la delegación de la PROFECO, que encabeza Sisely Burgos, los productos que se encarecieron son las hortalizas como: cilantro, rábano, yerbabuena, chile xkatic y habanero, entre otros. También, algunos productos de la canasta básica se encarecieron, entre ellos, la reja de 30 huevos cuesta 72 pesos; el arroz 39.90 el kilo, la bolsa de dos kilogramos de azúcar vale 67.50 pesos.
Otro sector que sigue de capa caída a pesar de la paulatina reactivación económica de la ola 1 son las “tienditas de la esquina”, pues según la Cámara Nacional del Pequeño Comercio, que preside Jorge Castañeda Licona, las ventas siguen desplomadas 70% y, por ese motivo, entre el 20 ó 25% de los pequeños comerciantes bajaron sus cortinas de forma definitiva, en especial los propietarios de la tercera edad, porque a las bajas ventas se suman la falta de liquidez para surtirse, el pago de energía eléctrica y la renta, entre otros gastos que tienen que cubrir.
Tampoco es fácil para los constructores y alarifes porque la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, A.C., que preside Jorge Alberto Villalobos Herrera, está inconforme porque los protocolos de prevención de contagios del Covid-19 sugeridos por la autoridad sanitaria, no se ajusta a las necesidades del sector.
Es difícil que los albañiles tengan cubrebocas y careta, guantes, entre otros equipos de protección porque están bajo el sol y el intenso calor los hace sudar y difícilmente se pueden lavar las manos constantemente como establece el protocolo, entre otros requerimientos, que dificultan las actividades del sector de la construcción. Además, los constructores invirtieron recursos propios para la compra de los equipos sanitarios, lo que representó un gasto extra que obviamente no estaba entre sus planes. Para la agrupación, la Secretaría de Salud Federal debe aplicar los protocolos con base en las necesidades de cada sector económico.