Los alumnos también señalaron irregulares en el Modelo Educativo de Formación Integral (MEFI), que ha desencadenado estrés, ansiedad y depresión
Alumnos de la Facultad de Medicina, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), denunciaron públicamente algunas irregularidades en el Modelo Educativo de Formación Integral (MEFI), como son las malas prácticas docentes, la sobrecarga académica y de actividades, aplicar dos exámenes ordinarias en un mismo día, entre otras prácticas que ha desencadenado en estrés, depresión y ansiedad en la comunidad estudiantil.
De acuerdo con un sondeo levantado por pasantes de psicología, de la misma Casa de Estudios, la mitad de los alumnos de la Facultad de Medicina, que incluyen las licenciaturas en Médico Cirujano, Nutrición y Rehabilitación, presentan problemas de salud mental que se inició o agravó durante la carrera.
Además, los doctores que imparten las materias han aplicado violencia sistemática en los futuros profesionistas de la salud; los psicopedagogos a quienes recurren, en vez de mediar, los responsabilizan de no saber organizar su tiempo, les recomiendan darse de baja y los tratan como “un chiste” al recetarles frases motivacionales como “hay que echarles ganas”.
En el caso de los docentes, la alumna Beatriz Niquete afirmó: «No enseñan nada del área de humanidades. Todas nuestras clases están llenas de discursos violentos, llenas de todo tipo de violencias».
La joven, quien fue diagnosticada con un trastorno de ansiedad y depresión generalizada mixto y un Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad, comentó que su situación se ha agravado por las cargas académicas y personales.
«Cuando me acercó a mi facultad, a lo doctores (docentes) a decirles que necesito un día más o unas horas más, me responden que no se puede porque es parte de mi formación y me sugieren darme de baja. No son formas de educar», afirmó.
Gael Vázquez, otra estudiante, señaló que las clases son impartidas por sus propios compañeros, y rara vez son impartidas por los profesores. «Si aportan una que otra iniciativa, al momento de realizar estas asesorías; pero de cierta manera, de qué nos sirve si no estamos aprendiendo, cuando los docentes optan por sus formas: clases grabadas, repartiendo los temas y no dando las clases. Algo aquí no está funcionando y si no es efectivo, es importante cambiarlo», dijo.
Cuando los estudiantes llegan al internado, para realizar sus prácticas profesionales o servicios social, replican las violencias con sus pacientes. «Si estás educando a una médica o médico de manera violenta, ¿cuál es la actitud que esperarías como resultado a la hora de ejercer? Una actitud violenta y se vuelve un círculo vicioso», comentó.
Los alumnos piden que sean escuchados, docentes más empáticos y que se corte con la violencia histórica, sistematizada e institucional. «Esperamos, que próximamente, podamos abrir más círculos de diálogo, no sólo con las autoridades educativas, sino con la comunidad estudiantil y demostrarles que mostrar estas violencias no generaría una represalia y abre más caminos y mejoras», comentó.
De manera simbólica, los estudiantes protestaron en el lobby del edificio de la Facultad de Medicina.