
Organizaciones de la Sociedad Civil proponen la prohibición de la publicidad de esos productos en los planteles

Organizaciones de la Sociedad Civil, profesionales de la salud y académicos ven con preocupación la iniciativa de prohibir la venta de alimentos y bebidas con exceso de grasas y azúcares en escuelas públicas y privadas de educación básica, que en días pasados presentó el diputado panista Manuel Díaz Suárez, pues en 2012 se legisló por primera vez sobre el tema, pero la industria “con alimentos procesados en porciones pequeñas” continúo vendiendo esos productos en los planteles, comentó la nutrióloga Vanessa Gamboa González, quien es integrante de Alternativas en Salud y Desarrollo A.C.El proyecto de decreto de reforma de ley que adiciona el artículo 104 BIS, 104 TER, Quinquies y reforma el artículo 304 de la Ley de Salud y Adiciona la Fracción XL del artículo 33 de la Ley de Educación y se reforman los artículos 17 y 18 Fracción XIV de la Ley de Nutrición y Combate a la Obesidad, todas del estado de Yucatán para prohibir la distribución, donación, regalo, venta y suministro a menores de edad, de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico.
La maestra en desarrollo social habló que la iniciativa del asambleísta por el Distrito 5 omitió algunas consideraciones como las que, a continuación, enlistó: “la prohibición de cualquier tipo de publicidad de estos productos al interior de las escuelas. Esto es importante porque la población infantil está constantemente expuesta a este tipo de publicidad y sería muy complementario a la prohibición de estos alimentos, también prohibir la publicidad de todos estos productos”.
La propuesta, explicó, se circunscribe únicamente al entorno escolar de los estudiantes menores de 12 años (preescolar y primaria), dejando fuera al nivel secundaria y con esto a la población adolescente. “También está en riesgo y padece el sobrepeso y obesidad y no vemos por qué dejarla fuera de esta ley”, añadió. El colectivo preparó una propuesta para abordar de una manera más profunda el problema de sobrepeso y obesidad, empezando con la adecuada denominación de la Norma Oficial Mexicana para que esos alimentos no puedan estar en las escuelas, así como prohibir y sancionar cualquier tipo de publicidad dentro de los planteles y alrededor de los 100 metros que lo incluye la iniciativa original. Otras aportaciones fueron Establecer con carácter obligatorio la colocación de bebederos o dispensadores de agua purificada en todas las escuelas públicas y privadas de los niveles preescolar, primaria y secundaria.Vanessa Gamboa mencionó que toda ley que requiera prevenir y abordar el tema de la obesidad debe incluir las siguientes modificaciones: -Implementar un sistema de vigilancia nutricional en las escuelas de nivel básico de Yucatán para contar con datos estatales públicos sobre la magnitud del sobrepeso y obesidad en la población infantil, añadió.
-Promover desde las citadas leyes que en los comedores escolares de planteles públicos y privados de educación básica se establezcan programas de abasto de alimentos sin procesar a través de productores locales.-Establecer con carácter obligatorio que las y los docentes de educación inicial y básica reciban al menos dos veces al año capacitación sobre temas de sana nutrición por parte de la Secretaría de Salud de Yucatán.-Establecer estrategias que fomenten la práctica regular de actividad física y deporte en todas las escuelas de nivel básico de Yucatán.
El manifiesto, que ya fue entregado al legislador, fue firmado por 20 organizaciones y fue consensado con aproximadamente mil firmas en plataformas digitales. También exhortaron al Congreso del Estado a ampliar la capacidad de poder participar en diferentes puntos de vista, “no nada más los empresariales”.