Es una lucha que llevará bastante tiempo: Fondo de las Naciones para la Infancia (Unicef)
En Yucatán, para erradicar el sobrepeso y la obesidad en las niñas, los niños y los adolescentes es necesario crear una nueva cultura social en la que se favorezca la alimentación sana y eliminar la alimentación nociva, es decir, aquella que está basada en alimentos ultra procesados, excesos de calorías y pocos nutrientes esenciales, comentó el doctor Víctor Aguayo, director de Nutrición y Desarrollo Infantil de la Unicef.
La erradicación de esa enfermedad es una lucha que llevará bastante tiempo, precisó. «Estos cambios no ocurren de un día para otro. Alegrémonos que los niveles de desnutrición han ido desapareciendo. Todavía falta camino por recorrer y manténganos vigilantes ante el aumento del sobrepeso y obesidad. Mejor alimentación, alimentos tradicionales y nutritivos, eliminar los alimentos ultra procesados, las bebidas azucaradas y los alimentos con excesos de sal y volver a una dieta saludable, de la milpa, la huerta, que nos dan vida y salud», afirmó
«Estamos intentando crear nuevos entornos en las escuelas para que los niños y las niñas vean que los alimentos saludables son la opción número uno; los alimentos nocivos, no saludables y ultra-procesados están erradicados», comentó.
Los refrescos embotellados poco a poco tienen que desaparecer del horizonte de nuestras vidas, como ha sucedido con el tabaco, señaló. «A muy poca gente se le ocurriría que en una escuela se pueda fumar o en un despacho de gobierno. Sin embargo, hace 20 o 25 años en México o España, esa era la norma y se tienen que cambiar», ejemplificó.
Por otra parte, en algunas familias no pueden costear una dieta saludable por la pobreza. «Es algo en lo que hay que estar vigilantes. El gobierno del Estado, yo creo, jugará un rol fundamental para asegurar que esas familias pobres puedan tener alimentos saludables y, sobre todo, para los niños en baja edad», aseveró.
La pandemia de la Covid-19 fue un golpe muy fuerte porque los servicios de salud se enfocaron en atender la emergencia sanitaria y se desatendieron los servicios médicos como la nutrición; los sistemas alimentarios globales se vieron perjudicados por la falta de productos y la pobreza incrementó en algunas familias. «Este problema afectó a México y a otros países del mundo. Por suerte, gracias a la resiliencia de nuestros sistemas alimentario y salud y nuestros gobiernos poco a poco se recupera el terreno perdido», dijo.
También la pandemia mostró la importancia de no depender de alimentos que vengan de afuera y potenciar el consumo de alimentos saludables producidos de forma local.