La afectación de la apicultura por la intensa sequía se agudizó con la pandemia que afectó de diversas formas a los productores desde la producción hasta la venta del dulce.
Sin embargo, con las lluvias registradas en los últimos días, los apicultores tienen la esperanza de que inicie la floración y se alcance la producción de entre 6 mil 500 a 7 mil toneladas de miel al finalizar el año.
A mediados del mes comenzó la temporada de lluvias y la formación de las ondas tropicales incrementa el potencial de las precipitaciones que es benéfico para el campo, dijo el meteorólogo Juan Vázquez Montalvo.
Sin embargo, los incendios forestales que se registra en diversos sectores del Estado también afectan la disminución de la producción de miel.
Para algunos apicultores, entre ellos, Nelly Ortiz Vázquez, es necesario proteger y ayudar a las abejas reforestando el monte con árboles y flores para la polinización.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura más de 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de los polinizadores que contribuyen con la alimentación y nutrición de la población.
Las abejas y otros polinizadores, como mariposas, murciélagos y pájaros, son indispensables para las tres cuartas partes de los cultivos y, sin ellos, la productividad de los agricultores sería afectada y ocasionaría escasez de alimentos.
Según el Atlas Agroalimentario del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de 2015 a la fecha la producción de la miel registró la caída de más de 3 mil 500 toneladas.
En tanto, en el Estado hasta hace un par de años se obtenían 50 kilos del dulce por colmena, cifra que disminuyó paulatinamente porque ahora se recolecta entre 25 a 20 kilos.