«Estamos en la disposición de salvar los 13 mil metros cuadrados», Juan Manuel Celorio Carretero, apoderado legal del predio
Ferrocarrileros jubilados piden a las autoridades municipal, estatal y federal conservar el Museo de Ferrocarriles de Yucatán A.C., pues en caso de cerrar sus puertas se perdería el acervo cultural e histórico de México.
Juan Manuel Celorio Carretero, director general del Museo y apoderado legal del predio, aseguró que con tal de salvar las 35 piezas históricas que resguardan están «en la disposición de integrarse a cualquier proyecto», entre ellos el parque de La Plancha o cualquier plan al que puedan sumarse.
«Algo tiene que pasar. Si no se consigue el parque o cualquier proyecto al que nos podamos sumar, evidentemente esto desaparecerá», comentó.
El Museo de Ferrocarriles de Yucatán, el único privado en su tipo, continuará en esa zona del Centro Histórico hasta que los desalojen. «Aquí seguimos», expresó.
El espacio, que mide 13 mil metros cuadrados, cuenta con equipo ferroviario de relevancia histórica para el país. Algunas piezas son la locomotora FUS 412, construida por la General Electric, que llegó a México en 1939; locomotora de Vapor 270- de vía angosta, cuyo modelo similar en Orlando, Florida para la empresa Disney; locomotora CFE 5641, traída d Villa de Reyes, San Luis Potosí; locomotora FUS 88, construida por una filial de General Motors, utilizada para transitar en los ramales de vía angosta de la Península, y coche dormitorio “La Coruña”, perteneciente a la línea California Zephyr, cuya ruta fue de Chicago a Los Ángeles.
En 23 años de existencia, el Museo se mantiene de las cuotas de recuperación que cobran a los visitantes y aportaciones de empresas privadas. Por tal motivo, Celorio Carretero busca las sinergias para conservar el espacio, aunque eso implique colaborar con la Iniciativa Privada, siempre y cuando las condiciones sean favorables.
«Nuestro objetivo es preservar esto. Algún día no vamos a estar nosotros, esto debe de continuar», señaló.