El colectivo Kanan Ts´ono´ot (Guardianes de los cenotes) anunció la suspensión definitiva para evitar la imposición de megaproyectos que amenacen el medioambiente y el territorio maya de la reserva geohidrológica del anillo de los cenotes de Yucatán.
En una histórica decisión judicial tomada el pasado 30 de mayo, el Juzgado Cuarto de Distrito “reconoció la importancia de preservar la riqueza natural y cultural de esta área protegida y ha tomado medidas para garantizar la protección de este valioso patrimonio”, afirma el colectivo.
La suspensión definitiva se concedió bajo los argumentos de que la demora de las autoridades en responder a las peticiones del pueblo maya coloca en peligro el derecho de acceso a una justicia pronta y expedita, así como el principio de precaución del derecho ambiental.
El colectivo apuntó que a ello se suma el uso intensivo y a gran escala de mega proyectos, como la industria porcícola, los monocultivos relacionados con los transgénicos, la expansión turística e inmobiliaria y otros proyectos extractivos, que han contaminado el acuífero de la península de Yucatán, especialmente los cenotes.
Kanan Ts´ono´ot, dijo que si bien esta suspensión definitiva no significa que el amparo haya sido ganado, sí representa una medida que impide que continúe la implementación de megaproyectos de toda índole en el territorio maya de Homún.
Al constituir un sistema viviente e interconectado con otros sistemas de vida, incluida la especie humana, el Anillo de Cenotes en la península se debe reconocer como “sujeto de derechos” y no como un “bien jurídico”, reiteran las organizaciones. En marzo del 2023, Kanan ts´ono´ot logró que se admitiera el amparo cuyo objetivo es que se reconozca a los cenotes como sujetos de derechos y a las comunidades indígenas como sus guardianas.
De acuerdo con el colectivo la susprensión se realizó bajios los argumentos de demora por parte de las autoridades en responder las peticiones del pueblo maya, lo que coloca en peligro de derecho ambiental. Sumado a ello, el uso intensivo a gran escala de mage proyectos, como la industria porcicola, los monocultivos relacionados con los transgénicos, la expansión turistica e inmobiliaria.
“Es evidente que el actuar omiso de las responsables de dar contestación a la peticiñon, puede producir un desequilibrio ecológico o daños al ambiente o a las recursos naturales de imposible reparación”, señaló la jueza en el fallo.