Esas masas de plantas protegen vidas humanas y frenan la salinidad
Las plantas de manglares son las heroínas ante desastres naturales como huracanes o nortes que traen el oleaje más fuerte, describió el doctor en Biología José Luis Andrade Torres, investigador titular de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).
«Las plantas tratan de resistir la fuerza del oleaje para proteger los árboles tierra adentro y vidas humanas… Además de proporcionarnos protección costera, mitigan el cambio climático, sirven para el tratamiento del agua al filtrar contaminantes y almacenan mucho más carbón que los bosques terrestres. Lo que pasa es que la mayor parte del carbono está en la parte subterránea y en los bosques, en la parte área», explicó.
Lamentablemente, los manglares son talados y sustituidos por palmas que no resisten ni la fuerza del oleaje ni del viento.
En escenarios más dantescos, como los tsunamis, previenen las tragedias al salvar vidas.
Las especies de manglares de todo el mundo tienen la función de absorber el dióxido de carbono todo el año. Por lo tanto, son ecosistemas muy productivos, comentó.
Los manglares toman el dióxido de carbono por las hojas y expulsan un vapor que es importante para el ciclo del agua que forman nubes y éstas a la vez agua que llega a la costa mediante los acuíferos, señaló el ponente, quien impartió la plática
“Las súper plantas vs los huracanes”.
Otra función de los manglares es que permiten enfrentar el exceso de sal. Las raíces filtran la salinidad y las hojas lo excretan.
La Península de Yucatán tiene la mayor cantidad de manglares de todo México. «El 60% está en toda la costa de la Península, nos toca cuidarla», exhortó.