Luego, de que las autoridades sanitarias autorizaron a los restaurantes laborar los fines de semana al 25% de su capacidad, la afluencia de los comensales fue de contrastes, porque mientras que en la costa fue buena, en Mérida no respondió a las expectativas.
La CANACO de Progreso, que encabeza Roberto Sánchez, reportó que los restaurantes del malecón reportaron buenas ventas, luego que se abrió el malecón a la circulación vehicular y las marinas turísticas para los paseos recreativos. La afluencia de comensales representó un respiro económico para los restauranteros progreseños, quienes esperan que la afluencia de comensales continué al alza, pero sin que se registren aglomeraciones para seguir operando bajo los protocolos de sanidad establecidos.
Sin embargo, el fin de semana no respondió a las expectativas de los restauranteros de Mérida, en especial del centro histórico que tuvieron escaso movimiento de comensales, según reportó la CANIRAC, que encabeza Roberto G. Cantón.
El aeropuerto internacional de Mérida, también, incrementó la movilidad de pasajeros alrededor del 20% con la operación de seis aerolíneas de pasajeros y 6 de carga. Los pasajeros que arriban a la terminal aérea provienen de Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Cancún y Miami.
En tanto que la Asociación de Agencias Promotoras de Turismo de Yucatán A.C., que preside Luis Herrera, insiste en que las autoridades deben reabrir los sitios turísticos, porque los visitantes no llegarían de inmediato, sino que se tendrían que esperar entre tres a cuatro meses, para que se reactiven.
Quienes continúan en la incertidumbre son los pescadores, aunque los ribereños reportaron buena captura de langosta, no saben si la venderán en la región o en el extranjero, porque Estados Unidos, que es el mercado más cercano se cerró de nuevo. Para la CANAINPESCA, que encabeza Enrique Sánchez, debido a la incertidumbre el precio del kilo del crustáceo se cotizó en 450 pesos, cuando la temporada pasada se vendió en 670 pesos el kilogramo.