Sólo el 4% del alcohol que se consume en Yucatán, se vende en los restaurantes
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac Yucatán), Roberto G. Cantón Barros, dio a conocer que no hay un acuerdo con las autoridades del Estado para levantar la ley seca antes del 17 de septiembre, así como otras peticiones planteadas para salvar esa industria que ha perdido de 12 mil a 16 mil empleos durante la contingencia por Covid-19.
–Hemos tratado, y ya fue expuesto en las mesas de trabajo, es que la restricción se pueda levantar antes. Pero no es un hecho, no es algo de lo que hayamos tenido alguna retroalimentación aún. Sin embargo, entendemos el impacto que esto puede traer y en conjunto con esto estamos pidiendo que nos dejen operar los fines de semana y nos dejen cerrar más tarde sin que nuestros colaboradores, por caminar o trasladarse a sus casas después de las 10:30 de la noche, puedan tener un problema legal –explicó.
El líder empresarial señaló que cifran sus esperanzas de que la ley seca, al menos para los restaurantes, se levante el 1 de septiembre o cerrar los lunes o los martes a cambio de laborar los fines de semana, por lo que continúan las pláticas para que las condiciones económicas de los afiliados a la Canirac y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) mejoren.
“No están diciendo que no sería justo que los restaurantes sí vendan alcohol y los expendios, no. Sin embargo, Canirac y yo no estamos de acuerdo porque sólo el 4 por ciento del alcohol que se consume en el Estado lo venden los restaurantes en envases abiertos, servidos en compañía de alimentos”, añadió.
G. Cantón Barros reconoció que todo esto depende de la ocupación hospitalaria, que cada vez va a la baja; pero, la venta de alcohol suma a los restaurantes que han disminuido por las restricciones a la movilidad a partir de las 10:30 de la noche.
Por la contingencia sanitaria, el impacto económico en la industria restaurantera ha sido devastador pues han cerrado cuatro mil establecimientos y se han perdido de 12 mil a 16 mil empleos, de los 76 mil puestos que había previo al Covid-19, es decir, que se han perdido aproximadamente 20% de los puestos de trabajo. Mientras, las pérdidas económicas son incalculables.
“A duras penas, semana con semana nos alcanza con pagar la nómina, los insumos y alguno que otro servicio indispensable como el gas, pues sin él las cocinas no pueden operar”, añadió.
Con respecto a las rentas y los pagos de luz, algunos restauranteros hablaron con sus arrendadores y han firmado convenios con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para evitar cierres.