Las finanzas personales y los seguros pueden ser complicados; sin embargo, la clave está en recibir buena asesoría y romper con mitos que impiden adquirir la protección necesaria ante un posible siniestro.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera realizada por el INEGI, el 28% de los adultos no adquieren un seguro porque son caros, el 26% no sabe qué son, el 24% no los necesita o no son necesarios y el 5% que no se los ofrecen.
Culturalmente no nos gusta pensar en el futuro o vemos casi imposible que algo impacte de forma tal que pueda acabar con nuestra vida, por eso, gastar en un seguro es considerado como algo innecesario; sin embargo, también, se debe a que se tienen ideas erróneas de los productos que hay en el mercado y entre más se conozcan los beneficios, mejores decisiones podrán tomarse”, expresó René Vázquez, Director Ejecutivo de Distribución de Prudential Seguros México.
Los seguros están hechos a la medida, el costo siempre debe ajustarse a las necesidades y metas de cada persona. Si se toma en cuanta cuánto reciben los familiares, por ejemplo, en un seguro de vida el gasto es relativamente pequeño.
Los seguros, además, de tranquilidad aportan estabilidad financiera, porque sirven como herramienta de ahorro para cumplir un proyecto de vida personal o familiar, incluso, podrían prestar dinero ante alguna eventualidad.
La persona que en cierto momento se encuentra bien de salud o tenga empleo estable, no lo exime de algún accidente, de enfermarse de algún virus o de perder repentinamente su empleo. Los seguros ofrecen protección para afrontar eventos fortuitos con mayor tranquilidad, son un respaldo para la persona que los contrata y para sus seres queridos.
A diferencia de algunos tipos de inversión, los seguros no están correlacionados con las condiciones económicas, es decir, que los valores de los beneficios por muerte están garantizados, por eso, las personas pueden estar seguras de que su patrimonio no será afectado ante crisis económicas.
En el mercado hay opciones de seguros que se adaptan a diversos presupuestos, edad, metas y necesidades de cada persona. Una de las mejores formas para determinar qué seguro es el que conviene es asesorándose con un buen agente que ofrezca confianza, que busque conocer las necesidades a fondo, la situación, el proyecto de vida, la composición familiar, quiénes son los dependientes económicos y objetivos por medio de un análisis completo personalizado y confidencial.