Hace unos días, Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), informó que la gasolinera que expende el combustible más barato en México se ubicó en Mérida, pero sus datos no reflejan una realidad: la capital yucateca cuenta con un corredor de estaciones cuya disputa por el mercado los hace vender el combustible aún más barata que la cifra aportada por esa dependencia.
Para la Profeco, la estación de servicio “El Roble”, al norte de Mérida, tiene la gasolina Regular más barata a nivel nacional, con un precio de 21.73 pesos por litro, con lo cual su margen de ganancia es de 31 centavos por litro.
Sin embargo, los vecinos del poniente meridano cuentan con un corredor en la avenida Canek, con al menos cinco estaciones que venden el litro de gasolina Regular en 20.99 pesos desde hace al menos tres meses, casi un peso abajo de las cifras que aporta la Profeco cada lunes en la sección “Quién es quién en los precios” de “La Mañanera”.
Ese corredor, que empieza en la avenida Itzáes y termina justo unos 200 metros después del Anillo Periférico, en la carretera a Caucel, se ha convertido en una opción para miles de conductores, que sólo en esa zona cargan su combustible para ahorrar, ya que en el resto de la ciudad el promedio es de 22.30 pesos.
En ese corredor las distintas empresas ajustaron el precio por la ley de la oferta y la demanda: el que intenta cobrar lo mismo que el promedio de inmediato sufre una baja drástica de clientes y, en consecuencia, de sus ventas.
Fuera de esa zona, son muy contadas (y conocidas por los propietarios de vehículos) que cobran ese mismo precio: las dos de la calle 59, de la avenida Itzáes a la calle 60 y, una del oriente, ubicada en la Avenida 39, a la salida al fraccionamiento “Los Héroes”.