La propiedad de arquitectura oriental era un punto de referencia de los meridanos que transitaban en la avenida Líbano de la colonia México
Miriam Echeverría Boldo, conocida por ser propietaria de una casa de arquitectura china, murió la madrugada del lunes, informaron los usuarios de las redes sociales.
Debido a la gran popularidad de la propiedad, que en el argot yucateco llamaban “La Casa de la 500”, numerosas personas lamentaron el fallecimiento de la mujer, a quien no conocían, pero distinguieron el diseño de la vivienda, que se ubica en la avenida Líbano de la colonia México.
La mujer fue protagonistas de muchas historias negras y leyendas urbanas, reflejo de la hipocresía sociedad yucateca. Entre las maledicencias, se dijo que se dedicó a uno de los oficios más antiguos del mundo, y que vendió sus servicios por 500 pesos.
Pero eso, fueron chismes y burlas de doña Miriam Echeverría, quien desde muy joven demostró ser extravagante, bella y con ideas revolucionarias en comparación con las mojigaterías de su vecina.
A pesar de los chismes, nada raro del yucateco y los rumores que esparcieron las lenguas viperinas, la mujer se convirtió en una empresaria exitosa, pues abrió el bar “Guacamayo”, ubicado en la calle 60, que se ganó el reconocimiento de la revista Play Boy Gourmet.
Quienes la conocieron, describen a la hoy fallecida como alguien respetuosa, de buen gusto al vestir, con poco maquillaje, nada de joyas y sonrisa tímida.
La Casa China fue producto de un arreglo con su ex esposo, quien accedió a financiar la vivienda al gusto de Miriam Echeverría.