Muchas de ellas pasan años sin tener ese registro a la seguridad social por parte de sus patrones o patrones, comentó la activista Bertha Pech Polanco
La falta de oportunidades laborales y el crecimiento profesional en sus comunidades rurales orilla que las mujeres mayas viajen a los municipios más grandes o a las ciudades, donde se enfrentan a diferentes tipos de violencias entre ellas la económica, comentó la promotora de los derechos políticos de la mujer maya, Bertha Pech Polanco.
–Llegan a la ciudad a trabajar y muchas, por ejemplo, no cuentan con el derecho a la salud. Muchas de ellas pasan años sin tener ese registro a la seguridad social por parte de sus patrones o patrones. Entonces, todavía existe el derecho vulnerado –comentó la también activista.
Además, al tener un nivel escolar bajo, estas mujeres tardan mucho tiempo en darse cuenta de que el derecho a la salud, así como a la educación han sido vulnerados.
La mayoría de estas mujeres que emigran a los grandes centros urbanos buscan trabajo o quisieran estar en espacios donde la remuneración económica sea justa, comentó la maestra Pech Polanco. «Y a veces, en los espacios donde laboran tienen remuneraciones que ellas quisieran ganar un poquito más y es por eso que optan por alejarse más de sus comunidades», comentó.
Sobre las inversiones que se han descentralizado de la capital yucateca, Bertha Pech mencionó que paulatinamente se notará porque es «un proceso lento que hasta ahora, en algunas localidades, todavía no es visible o no se puede decir que ya estén en este momento a ese alcance o cercanía de lo que puede ser un espacio laboral en las localidades.
«Creo que, en unos años más, podremos ver el reflejo de todo lo que se hace ahora. Por lo pronto continúa el desplazamiento de las mujeres hacia las ciudades o los municipios más grandes para encontrar espacios laborales», concluyó.